El resto del tintero

Los trenes de Susana

  • La presidenta está decidida a agotar la legislatura y a dejar pasar estas primarias. La polémica, que intenta aplacar, causa perplejidad en los escaños socialistas del Congreso.

EL mensaje es el contexto: "Pude ser secretaria general (...). El tren pasó y ahora no me preocupa. Y si vuelve a pasar, ya se verá; y si no pasa, pues tampoco pasa nada". En efecto, sin el contexto, esta frase de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, carecería de interés. Lo que la presidenta relató el miércoles pasado desde Toledo fue lo mismo, incluida la metáfora ferroviaria, que había asegurado el 1 de diciembre en Sevilla en un Foro Joly. Sin embargo, esta vez, la dichosa comparación de los trenes que entran y salen de los andenes como metáfora de los vagones que empaquetan presidentas hacia La Moncloa fue entendida como el anuncio de que Susana Díaz no descartaba presentarse a las elecciones primarias de julio de 2015 en competencia con su secretario general, Pedro Sánchez, para elegir el candidato a la Presidencia del Gobierno. O no. El caso es que varios medios de comunicación nacionales llevaban dos domingos informando de la creciente rivalidad entre Susana Díaz y su patrocinado Pedro Sánchez, y el mismo lunes, su secretario de Organización, Juan Cornejo, el hombre que repite fielmente lo que entiende que se explica en otros ámbitos, adelantó que el secretario general está condicionado en su carrera a La Moncloa por las elecciones municipales de mayo de 2015. Un ya se verá en toda regla. Ése era el contexto.

Susana Díaz tiene la voluntad de concluir su legislatura en Andalucía y de no presentarse a las elecciones primarias de julio, lo que le obligaría a dejar la Presidencia de la Junta y a diseñar una complicada salida que ya se frustró el verano pasado, cuando pasó el primer tren y buscó como maquinista sustituto a un tal Pedro Sánchez en contra del diputado vasco Eduardo Madina. El contexto también nos deja otra imagen: la de Susana Díaz y Eduardo Madina reunidos el 3 de diciembre tras su encontronazo del pasado mes de julio. En realidad, no calentaron sillones ni en San Telmo ni en San Vicente, estuvieron dando cuenta de unas tapas por Triana, el barrio de la presidenta, y la idea partió del propio Madina, quien un mes antes, en el foro de Europa Press en Madrid, se había acercado a ella con el objeto de restablecer una relación personal que había quedado tocada por el congreso extraordinario. Ambos entendieron entonces que la candidatura de Eduardo Madina sólo tuvo como objeto parar la de Susana Díaz. Pues, eso, hablaron.

Madina se fue a Madrid, y puede que pletórico. Un diputado socialista andaluz explica que, desde entonces, "los madinistas se frotan las manos". "Al final, me dicen, vamos a estar juntos", explica este parlamentario en relación a una supuesta alianza entre Susana Díaz y Madina de cara a las primarias. Ni el diputado se lo cree, pero lo cierto es que los madinistas han entendido que tendrían "una segunda oportunidad". Y es que el contexto ha dado para muchos malentendidos en estas últimas semanas. La presidenta ha hablado con casi todos los líderes regionales de su partido.

Pero Susana Díaz se queda de presidenta andaluza, al menos en este momento, y se queda a pesar de que muchos notables socialistas le han presionado para que vuelva a dar un paso hacia adelante. De nuevo, la especial situación que atraviesa España y el riesgo a que el PSOE entre en un peligro sistémico provocan la alarma de la -llamémosle- nata del país.

Ella no se lo ha planteado, aunque varias personas cercanas comentan los siguiente: sólo tiene 40 años. Y de ahí, de su juventud, proviene la expectativa de los trenes que aún le quedan por pasar. Y pasarán, casi no hay nadie en el PSOE andaluz que no crea que Susana Díaz será un día candidata a la Presidencia del Gobierno, pero ello dependerá de su calendario. Y en el calendario del año 2015 no hay una ventana para dar el salto. Una de las peculiaridades de Díaz es que, antes de coger el AVE sin billete de vuelta, debería ganar unas elecciones autonómicas andaluzas. Y éstas no se pueden adelantar sin un buen argumento.

Es cierto que en las últimas semanas, el PSOE e IU han vuelto a vivir momentos críticos en el Gobierno andaluz, según relatan algunos de los interesados, que señalan no sólo a las enmiendas a los Presupuestos de 2015, sino también al amago de solicitar una comisión de investigación sobre los cursos de formación. Con el riesgo de quedarse sin cuentas para el próximo año, el PSOE se volvió a plantear la convocatoria adelantada de elecciones para el 28-F, el día de Andalucía. Esto hubiera sido posible, había plazo legal hasta mayo, cuando se celebran las municipales, y Susana Díaz va por delante del PP y de Podemos en las encuestas, tal como indicó el Barómetro Joly del pasado fin de semana. IU, no obstante, bajó la presión, aunque hoy mismo celebra una asamblea para juzgar su participación en el Gobierno andaluz. No se espera la ruptura, aunque un grupo en torno a Julio Anguita así lo quiere, pero una petición de comisión de investigación sería un asunto insalvable para el PSOE. A cambio, el Gobierno le está ofreciendo a IU la investigación que realiza el consejero de Educación, Luciano Alonso, obligado a comparecer periódicamente ante el Parlamento para dar explicaciones.

Susana Díaz, pues, no tiene ventanas. Dimitir para ceder la Presidencia a otra persona sería una operación condenada. Y casi condenable. Es poco probable que IU vuelva a votar por tercera vez en un solo mandato a un presidente socialista y, por segunda vez, a alguien que no ha pasado por las urnas. Ahora bien, un estrecho colaborador de Susana Díaz comenta: "Si ella quiere, abre el hueco, de eso estoy seguro, lo que quiere, lo consigue".

Pero no parece que Díaz esté por forzar este calendario. ¿Entonces por qué lo hace? ¿Por qué habla de trenes que entran y salen y por qué el PSOE andaluz adelanta que Sánchez puede estar amortizado después de las municipales? "En el grupo socialista en el Congreso no se entiende, está creando cierto desconcierto porque este contexto ya no es para Susana, que dijo que se quedaba en Andalucía", explica un diputado andaluz.

Este mismo diputado sí explica que Pedro Sánchez ha formado un tándem blindado con su segundo, César Luena, y apenas consultan, ni con Susana Díaz ni con el resto del partido. La carrera de Sánchez es muy individualista, es de promoción personal, como si sólo fuera un candidato y no el secretario general del PSOE. De hecho, su secretaría fue un accidente, él llevaba dos años preparándose para unas primarias, para una carrera personal hacia La Moncloa, pero, en medio, por la voluntad de muchos de echar a Pérez Rubalcaba, Sánchez se convirtió en secretario general. Y se nota. De cara a las municipales de mayo, no hay tensión, no hay grandes candidatos locales, no hay precampaña, no hay una apuesta clara o, al menos, no como en otras ocasiones.

Tampoco consulta mucho con Susana Díaz. El citado secretario de Organización, Juan Cornejo, fue el primero en solicitar la derogación del artículo 135 de la Constitución, lo que causó el enfado de Ferraz porque se le había adelantado a Pedro Sánchez.

Otro parlamentario que conoce a ambos implicados sostiene que Susana Díaz sólo está reclamando su hueco de protagonismo frente al hombre que ella promovió en el último congreso socialista. Se trataría de mantener la llama hasta que Pedro Sánchez se avenga a llegar a otro pacto. Es posible, pero arriesgado. Incluso para Susana Díaz. "El mejor patrimonio que tenemos en el PSOE hoy es Susana, porque es la presidenta de un Gobierno, es ella la que se debería proteger", explica este parlamentario autonómico.

Una semana como la pasada provoca vértigo incluso a quienes apoyan a Susana Díaz. Hay que considerar que Pedro Sánchez está plenamente decidido a presentarse a las elecciones primarias del PSOE. No tiene vuelta atrás. "Primero, porque no es su voluntad y, después, porque no tiene otra cosa", explica uno de los socialistas que le apoyó desde el principio. En efecto, el actual secretario general se venía preparando en lo personal, en lo familiar y en su formación para lanzarse a esta carrera electoral. El verano pasado, se hubiese retirado si Susana Díaz se lo hubiera pedido. Él le ofreció su retirada, pero ésta no sería así. La presidenta tendría que competir con una persona que se ha ido haciendo con un pequeño hueco de poder.

Sí parece que las elecciones municipales y autonómicas de mayo va a ser un examen para Sánchez. En realidad, las elecciones locales constituyen una prueba para todos, pero un resultado peor que en 2010 sería un rejón para las aspiraciones de Sánchez. En aquella ocasión, el PSOE estaba muy debilitado por la ineficacia de Zapatero ante la crisis, y los socialistas perdieron 1,6 millones de votos, se quedaron con el 27,8% de los apoyos, a siete puntos del PP, un verdadero desastre. Sin embargo, la irrupción de Podemos podría llevar al PSOE a un resultado aún peor, aunque si el PP pierde las mayorías absolutas, caerían alcaldías y presidencias de comunidades autónomas. Claro, que hay que recordar qué ocurrió en aquella ocasión. El desastre de las municipales frustró las elecciones primarias para las que se estaba preparando Carme Chacón. El PSOE es un partido donde los notables mandan, y no hay que descartar el retraso de las primarias en caso de una debacle en las locales. O no.

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