Elecciones Andalucía

Nacho Macías: la otra víctima de las colas

El Partido Popular de La Línea -o mejor dicho quienes han ocupado en los últimos meses la cara visible de la formación conservadora- intentaban ayer empezar a digerir el durísimo castigo que le había infringido el electorado el pasado domingo. De puertas hacia fuera hay una consigna de asumir con deportividad el revés. El segundo más grande de toda la historia de la democracia en La Línea. Por dentro, mucha incomprensión, la sensación de que ellos, como sus mayores fueron incapaces de transmitir el mensaje.

La explicación más fiable al bajísimo porcentaje de votos (un 20%) que le ha colocado como tercera fuerza después de haber sido la más votada cuatro años antes llega, precisamente, de quienes han sido fieles al PP durante años y cuyo desencanto por este proyecto era tal que incluso han celebrado el resultado. El debate comienza con el perfil del candidato, un policía residente en Algeciras que, lo que es peor, llegó impuesto desde Cádiz y desde la Plaza Alta. El posterior desalojo del pasado no sentó nada bien.

La otra lacra con la que el PP se presenta ante los linenses son las interminables colas que los vecinos de La Línea soportan a diario en la frontera con Gibraltar. La mayoría, para defender un puesto de trabajo que no encuentra a este lado de la Verja. La política de Mariano Rajoy y García Margallo en ese apartado ya ha empezado a cobrarse su primera víctima: Nacho Macías.

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