Algeciras

El ecoproducto, una filosofía de vida

  • Desde la alimentación hasta la limpieza se pueden realizar con elementos que protegen el medio ambientel defensa de lo local Los productos ecológicos generalmente se consumen cerca de donde se han producido para así proteger la economía local

Café, muesli, arroz, legumbres, bebidas, zumos, leche, cereales, pasta, pan, mermelada, aceite, frutas, verduras y un sinfín de alimentos más se pueden encontrar en un supermercado habitual, con sus conservantes, colorantes y un largo etcétera, que casi nadie sabe para qué son, o en comercios alternativos, donde venden esos mismos productos pero ecológicos, es decir, con el plus de que no lleva llevan añadidos ese extenso etcétera.

Pero, ahora bien, ¿qué es exactamente un producto ecológico? Muchos han escuchado hablar de él, pero pocos los habrán visto, y muchos menos lo habrán probado. "Se trata de productos que no han sido tratados con ningún producto químico en ninguno de los procesos de elaboración, ni durante el crecimiento ni durante el envasado", explica Alicia Comenge, quien regenta un comercio de productos ecológicos en Tarifa.

La única desventaja que puede sacarse a estos productos, es que duran mucho menos, ya que no llevan conservantes, y, por otro lado, son un poco más caros.

Una característica normalmente habitual de estos productos es que han sido elaborados en un radio cercano a donde se consume finalmente. Así, aparte de que los alimentos sufren menos procesos innecesarios, se beneficia a la economía local. Un dato curioso y un tanto irónico es que, según cuenta Comenge, Andalucía es uno de los principales productores de productos ecológicos y uno de los que menos consume.

Por si fuera poco, no es solo comida lo que se puede elaborar de un modo ecológico, sino que la limpieza también puede realizarse con este tipo de productos. Se puede limpiar sin necesidad de usar tensoactivos ni químicos, muy perjudiciales para el medio ambiente. En cambio, se pueden emplear limpiadores a base de camomila o suero de leche, que son también potentes bactericidas, por lo que cumplen perfectamente con su misión. Eso no es todo, para los más comprometidos existe la posibilidad de incluso vestirse con prendas ecológicas.

Alicia Comenge anima a todo el mundo a consumir más este tipo de productos. "Es un modo muy fácil de colaborar con el medio ambiente y además es saludable", explica y añade que después de un tiempo este comportamiento se llega a convertir en una filosofía de vida. "Se trata de comer menos cantidad de alimentos, pero de mayor calidad", sentencia Alicia Comenge.

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