El IES Saladillo respiró ayer un clima controvertido que desviaba la atención, por momentos, aunque sostenía un lema claro: el rechazo a la violencia escolar. Eran las once de la mañana cuando profesores y alumnado se acercaron al patio. Éstos últimos elevaron pancartas donde se leía Si te pasa a ti nos pasa a todos, aunque otros mensajes eran más directos: ¿Por qué se va el agredido, no el agresor?.

El acto comenzó con la lectura de un manifiesto defendido por el claustro de profesores en el que se recordaba que el 25 de marzo el profesor Eneas sufrió una agresión por parte de un alumno que ha sido expulsado un mes. El texto requería "una normativa más severa frente a aquellos que causen perjuicios en los centros" y tachó de "muy peligrosos" estos sucesos.

El profesor, cuyo nombre proviene de la mitología griega siendo un héroe de la guerra de Troya, se convirtió ante sus alumnos en uno de ellos. Emocionado recibió su aliento y se mostró más desilusionado con algunos compañeros y la dirección del centro. Toda esta situación le ha llevado a abandonar la batalla, dejando en Algeciras este caballo de Troya para solicitar una baja laboral. "Una agresión ya es humillante, pero lo que más me ha afectado ha sido la falta de apoyo de este centro, sólo quería seguir dando mis clases sin tener que cruzarme con mi agresor, la administración nos da ese instrumento", con esas palabras abanderaba su pugna interna con el instituto. Su reivindicación es que el agresor sea expulsado a otro instituto.

"Apoyar no sólo significa dar dos palmaditas en la espalda y hacer un comunicado en contra de la violencia", elevó Eneas en su manifiesto. El instituto, entonces, ya se había convertido en un mar de lágrimas de jóvenes que lamentaban su futura marcha. La visible juventud del profesor también le acercaba más a sus alumnos.

Desde la dirección del centro se rechazó la agresión. Si bien, se aclaró que la marcha del docente se debe a que pidió hace meses un traslado y se le concedió, luego terminará el curso. En cuanto al traslado del agresor, el jefe de Estudios, Manuel Camacho, explicó que "podemos entrar en una dinámica en la que entremos en un intercambio de alumnos, nos trasladamos los problemas y no conviene absolutamente a nadie". En este sentido, destacó que en El Saladillo, al menos, tienen la ventaja de que conocen al joven, de 14 años.