El desprendimiento de las piedras de una cornisa de la torre de la iglesia de Nuestra Señora de La Palma ha motivado que se solicite un informe técnico de la estructura para conocer la situación real del edificio, cuyas últimas reformas se ejecutaron hace diez años, tal y como recordó el párroco de la iglesia, Jesús Casado.

La restauración se hizo hace una década, a través de la empresa Acrisur S. L., con lo cual Casado explicó que esperan obtener en los próximos días un informe de valoración para saber dónde está el problema que dio lugar al desprendimiento de las piedras y la posterior retirada de una cornisa el pasado jueves. "Queremos saber cuál es el problema para evitar que sigan cayéndose y hay que subsanarlo". Incluso se ha hablado de instalar un vallado para evitar que caigan al suelo más posibles piedras.

Una vez se obtenga el informe técnico se comunicará su estado a la delegación de Cultura y al Obispado de Cádiz. Si bien, Casado recordó que al ser considerada la iglesia como Bien de Interés Cultural están obligados a conservar el edificio, con lo cual reconoce que la delegación ofrece para estas restauraciones siempre una pequeña colaboración.

Por otro lado, señaló que al darse el desprendimiento en el marco de un temporal de agua y viento podrían estudiar que el seguro de la Diócesis cubriera la reforma, pero son valoraciones que están pendientes de concretarse.

Casado aprovechó la ocasión para recordar que aún se les debe 45.000 euros del convenio que firmaron en 2007 para su última restauración entre la diputación y el Ayuntamiento, y del que sólo han percibido 15.000 euros.