Un grupo de personas se concentró ayer a mediodía ante las puertas del Ayuntamiento de Algeciras como medida de protesta por el abandono de los animales y en demanda de una mayor atención. La presidenta de la protectora de animales Prodean, Carmen Ardila Canales, explicó que lo que reclaman es que se refuerce la normativa en materia de protección animal.

Para ello, representantes de este colectivo hicieron entrega en la Casa Consistorial de una propuesta de ordenanza municipal para que "basándose en la Ley de Protección Animal, existente en Andalucía desde 2003, se realicen políticas más activas al respecto, que se lleve un control más exhaustivo de los sitios donde se reproducen y se venden los animales". Prodean reclama que se hagan campañas de concienciación entre los ciudadanos y que los políticos tomen un papel más activo en este sentido y que desarrollen la citada ley.

Para Ardila Canales se trata de mirar algo más por el bienestar de los animales, "que no son juguetes, son seres vivos, que sienten, padecen". La presidenta de Prodean destacó que en España estamos muy lejos de los niveles de protección que hay en otros países, donde funcionan las leyes y donde el número de abandonos es prácticamente cero.

Por contra, dijo que en nuestro país se abandonan unos 200.000 animales al año, que se matan en perreras municipales "y son sacrificados de una forma cruenta en muchos lugares, cuando no son abandonados en la carreteras y atropellados". Insistió en que hay que tomar medidas y concienciar a la gente porque "las protectoras no podemos hacer más porque no tenemos suficientes recursos humanos ni materiales".

Respecto a la Ley de Protección de Animales de Andalucía, explicó que es muy ambigua y que está para que sea desarrollada por los ayuntamientos a través de las ordenanzas municipales. En concreto mencionó los problemas que representa la estancia de los animales en las tiendas de venta.

Carmen Ardila destacó que aunque deberían colocar a los animales en un lugar que no suponga un malestar para el perro o el gato, "sin embargo colocan a un perrito que al principio es pequeñito casi en una urna y al segundo mes es más grande y al tercero más grande y vemos al final un animal casi adulto con una movilidad reducida. No puede moverse, no puede jugar". Estos colectivos, que convocaron movilizaciones ante las puertas de los ayuntamientos, indican que lo que reclaman al respecto es que no se permita tener a estos animales en las tiendas y que "se pide el animal que uno quiere, por catálogo". También denuncian ciertas irregularidades respecto a la procedencia de los animales.