El Ayuntamiento de Algeciras ha culminado los trabajos arqueológicos de recuperación de los restos aparecidos en el Parque de las Acacias y va a acometer una actuación que permitirá su exhibición y su explotación como recurso cultural, turístico y educativo. En unos pocos metros cuadrados han aflorado vestigios de tres épocas distintas, romana, visigoda y cristiana, lo que convierte el área en una zona de mucha historia y marcado interés.

Los restos se encontraron hace algo más de un año, durante unas obras de reforzamiento del muro del Parque de las Acacias. Aquellos trabajos descubrieron un tesoro: restos de una factoría de salazón romana así como de dos cementerios, uno perteneciente a la etapa que antecedió a la ocupación islámica y el otro justo posterior al periodo musulmán, tras la reconquista de Algeciras por parte de Alfonso XI.

La intervención realizada ha consistido en una conservación preventiva, en la consolidación de los restos con una recogida de los bordes de los revestimientos con peligro de desprendimiento y en una limpieza precisa, todo de ello de forma paralela al estudio y datación de lo localizado. Un patrimonio oculto en el barrio conocido como la Villa Vieja, bajo la que se hallan los restos de Iulia Traducta, la Algeciras romana, poblada entre el siglo primero antes de Cristo y el séptimo de esta era.

La actuación municipal ha permitido la recuperación de cuatro piletas de diferentes tamaños pertenecientes a la factoría de salazón, dos de ellas prácticamente completas. Esa excavación ha logrado recuperar un importante volumen de material arqueológico del momento del abandono, en torno a los siglos I y II después de Cristo.

Entre ese material se encontraban pescados y moluscos, artefactos relacionados con la pesca, objetos de vidrio y contenedores para el transporte y comercialización de los productos, como ánforas, cerámica de cocina, lucernas y vajilla de mesa fabricada en talleres galos y norteafricanos.

En los depósitos de esta intervención se extrajo además una pieza de lujo, un pendiente de oro con una piedra semipreciosa verde denominada variscita, además de un conjunto de 27 monedas de bronce, en su mayor parte del siglo III. Asimismo, otros restos informan sobre la decoración de las viviendas: fragmentos de pintura parietal en colores rojo, naranja y negro o una parte de una pilastra de mármol.

Por su lado, se descubrieron igualmente doce tumbas pertenecientes a dos cementerios construidos en dos periodos históricos diferentes. El primero, datado entre final del siglo VII y principios del VIII, junto al que se localizó una hebilla de cinturón de bronce tardorromana. El otro camposanto pertenece al periodo en el que Algeciras fue repoblada (1344-1369), tras su conquista en tiempos del rey Alfonso XI, aportando la intervención dos monedas de las llamadas cornados, de vellón (aleación de plata y cobre).

El estado de conservación de este material ha permitido que pase a formar parte de los fondos de la exposición permanente del museo municipal de Algeciras.

El alcalde de la ciudad, José Ignacio Landaluce, explica que ahora se van a realizar trabajos de recogida de pluviales y de protección de los restos con un metacrilato. Un proyecto sobre unos pilares con idea de que los vestigios resulten accesibles y visuales.

"En el área más pequeña posible se pueden encontrar distintas épocas e interpretaciones", destaca el regidor, que tiene en mente crear una ruta de restos arqueológicos por Algeciras con los que puedan ser adaptados para tal fin, como son los del Parque de las Acacias.

Pilar Pintor, concejala de Cultura, hace hincapié en el interés de los hallazgos que se han producido. "Con el enterramiento de etapa visigoda completamos lagunas de parte de nuestra historia de la que a veces habían aparecido restos de cultura material, pero no, como ahora, de un enterramiento, de esa otra población que quedaría aquí antes de la conquista musulmana, ya de la etapa visigoda, que coincide con la cultura material de alrededor", resalta la edil al analizar el valor de lo que se ha descubierto.