Que el ritmo no pare. Los pies ya pesan y se nota el cansancio pero es la recta final. La mujer era ayer la protagonista, o al menos esa es la sensación que recae sobre el ambiente desde que el miércoles se convirtió en festividad local. Se entienda o no, las mujeres se echaron ayer a las calles del Real, numerosos grupos aprovecharon para brindar por esta semana que hoy saboreará su penúltimo día.

El jueves despertó con calma pero se activó solo. La resaca contenida del miércoles festivo merecía un descanso pero los fatigas de la feria no se permitieron parar. Era una jornada perfecta no sólo para las mujeres, sino para los grupos de compañeros, amigos y familiares, que hicieron de esta jornada la perfecta para disfrutar de un ambiente más distendido y contenido. En muchas casetas se aprovechó para organizar las cenas de socios y las propias fiestas infantiles, dando actividad paralela a una fiesta que se alimenta sola.

La tarde volvió a activarse en los puntos neurálgicos habituales. Cada año le toca el gordo a una caseta y se convierte para los jóvenes y no tan jóvenes en la más ansiada para echar un baile. Y este año parece tener, además, nombre de mujer.

Que a los algecireños le gusta disfrutar de la feria por la tarde no es nada nuevo, pero también se percibe una política por parte de los caseteros más jóvenes de fomentar la música en directo con bandas que versionan clásicos, o por el contrario a través de conciertos propiamente dichos, como el ofrecido ayer por José el Francés en La Codorniz.

La solidaridad sigue imperando día a día y como ejemplo la caseta de FAS Portuarios, que además de colgar en su fachada el cartel de ganadora del concurso por su homenaje en el exterior a la Algeciras árabe, ofreció un almuerzo de convivencia para los usuarios y familiares de las asociaciones Por una Sonrisa y la Fundación Blas Méndez Ponce.

La tarde respiró con tranquilidad, el ambiente joven siguió imperando, las mujeres tomaron el mando y la noche sintió un pequeño vacío, aunque no del todo perceptible, a consecuencia de la tradicional Noche de San Juan, que como cada año coincide con la Feria Real y provoca que muchos tengan que decidirse entre las hogueras o el calor en el Real. Hoy ya se nota, se siente, es la recta final.