Algeciras

El Pícaro, ante el amenazador verano

  • En agosto del año pasado se registró un gran mortandad de peces en este río A las puertas de nuevo de la época que más lo castiga, ninguno de los factores que la causaron se ha corregido

Mayo ha venido con lluvias y el río Pícaro no está del todo mal. El agua se ondula con la parsimonia de costumbre cuando el Pícaro no está mal, como ahora. Por allá unos patos, por aquí un carrito de supermercado que a saber cómo ha llegado hasta aquí. Ocurre, sin embargo, que ya se otea el verano...

En agosto de 2015 el Pícaro registró una importante mortandad. Aquellos calurosos días el río se convirtió en un cementerio de escamas, flotando los peces del revés, inertes en el agua sucia. El verano seca los siete kilómetros y medio del Pícaro y acentúa los factores que el río embate y que afectan a su nivel hídrico.

En el estío este brazo fluvial 100% algecireño y de mucho mayor valor ambiental de lo que pudiera parecer se queda con poca agua y mal oxigenada. La corriente se interrumpe y se reduce a pozas.

El grupo ecologista Agaden, que ha denunciado reiteradamente el estado del Pícaro, a raíz del duro castigo que infligió el verano de 2015 y de la alta mortandad producida, emplazó a la delegación territorial de la Consejería de Medio Ambiente a realizar un estudio integral de toda la cuenca del río para detectar los motivos de su agonía y elevar las propuestas que correspondieran, que habrían de asumir el Ayuntamiento y la propia Junta de Andalucía.

Ese informe se realizó, elaborado por el Servicio de Dominio Público Hidráulico y terminado en diciembre. Pero el caso es que, a las puertas de un nuevo verano, a un mes vista, los factores que ponen al Pícaro en colapso permanecen. El Pícaro, por lo tanto, afronta otro amenazador verano.

¿Y qué daña al Pícaro? Pues fundamentalmente vertidos de fecales procedentes de diversas fases de la urbanización La Aldea, pinchazos en la red pluvial. También captaciones ilegales de agua de particulares río arriba, en la zona de Pelayo. Y la presencia de residuos sólidos urbanos tales como ese carrito de supermercado que a saber de dónde ha salido. A veces también se ha desbrozado de forma inadecuada, alterándose la continuidad del cauce. Hay que sumar ocupaciones en dominio público hidráulico. Y asimismo se ha de añadir que el agua que se filtraba en la antigua cantera de Los Guijos (ahora escombrera autorizada) se trasvasaba al río mediante un sistema flotante de bombeo, averiado en julio de 2015 [la obligación de bombear figura en el plan de restauración de la cantera]. Precisamente al paso del Pícaro por la cantera también ha aparecido una fisura en suelo calizo por la que se le escapa agua. Descritos así, un factor tras otro, parece un armagedón ambiental. Todo está recogido en el informe de Medio Ambiente. Todo sigue. La Junta de Andalucía ha señalado a Europa Sur que lo que entiende que corresponde a sus competencias son las captaciones ilegales de agua. Comunica que va a iniciar un plan de inspección. Añade que en un anexo del estudio integral ya se identifican muchas, pero que se va a hacer de forma oficial y con sus informes correspondientes.

El Ayuntamiento ha indicado a este diario que los estudios de la delegación municipal de Medio Ambiente colocan como problema axial las conexiones de redes de fecales a conexiones de pluviales, "que se han hecho sin autorización ninguna". "Aquellas que han podido ser localizadas, se les ha enviado el correspondiente apercibimiento desde la delegación de Urbanismo, y la orden de reposición de dichas obras sin autorización a su estado de origen", precisa.

Agaden insta a las administraciones y a los vecinos a formar un grupo de trabajo para la corrección de los puntos negros del río, con una cronología de cumplimiento. La Junta afirma que quiere dar un impulso y que va a proponer al Consistorio una mesa técnica. El Ayuntamiento asegura que por supuesto acudiría a un encuentro de esas características y objetivos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios