Algeciras

El consulado marroquí en Algeciras se adapta a las nuevas exigencias

  • La sede en el Anglo Hispano y el nuevo cónsul ofrece un servicio moderno, rápido y eficaz El discurso del monarca alaouí en 2015 promueve estos cambios

Nuevo cónsul, nuevas dependencias y cambios para perfeccionar la gestión. La nueva sede consular de Marruecos en Algeciras cuenta con una placa en la puerta escrita en árabe y en amazigh, la lengua bereber que la nueva constitución marroquí reconoce ya como oficial. Son detalles que demuestran una evolución. Aún no ha transcurrido un año desde que el Rey de Marruecos, Mohammed VI, reprendiera la actitud de algunos de sus cónsules cuando ya se perciben claramente importantes cambios en la mayoría de los consulados marroquíes en España. El de Algeciras, estando quizás entre los más importantes, se vislumbra como buque insignia de esas mejoras anunciadas.

El monarca alaouí en su discurso durante la Fiesta del Trono de 2015 dijo: "Si no es posible que sean atendidas sus peticiones, al menos que sean tratados con respeto". Esa parece ser la consigna propagada desde el Ministerio de Exteriores de Marruecos por todos sus consulados en el mundo, por los doce con que cuenta en España y, entre ellos, el de Algeciras. El canciller marroquí comenzó una ronda de consultas por muchos de los consulados y se estableció un número de teléfono internacional gratuito para que los marroquíes pudieran expresar al gobierno sus quejas por el servicio recibido.

Esto derivó en que algunos cónsules fueran cesados. Se promocionó a muchas mujeres en el cuerpo diplomático y se rejuveneció la plantilla en cerca de 30 delegaciones consulares. Todo, para atender mejor a los más de cinco millones de marroquíes que viven fuera de Marruecos.

El consulado de Algeciras fue uno de los que recibió la revolucionaria llegada de un nuevo cónsul, Abdelfatah Lebbar. Desde entonces los cambios se han ido sucediendo uno tras otro. Lo primero que hizo fue mejorar las instalaciones consulares: abandonó el angosto y viejo local de la calle Teniente Riera y trasladó todas las dependencias y despachos al edificio Hotel Anglo Hispano, en la avenida Villa Nueva.

Han incorporado a esta sede un buen número de funcionarios muy jóvenes venidos de Marruecos, destacando además unas normas de atención al público mejoradas. También en el cumplimiento del horario de trabajo hay nuevas directrices: los marroquíes que requieren un servicio son atendidos casi de inmediato. No hay que olvidar que en el consultado se renuevan documentos de identidad y pasaportes, legalizan matrimonios, registros de nacimientos, solicitudes de certificados de noviazgo, expiden libros de familia y certificados de penales, se obtienen ayudas sociales para necesidades concretas como la repatriación de familiares fallecidos, se hacen poderes y autorizaciones oficiales y se vota cuando hay comicios.

La nueva sede consular cuenta con salas de espera son amplias y ventiladas. Un vigilante jurado vela por la seguridad. Un mostrador de recepción orienta a todo el que entra para hacer alguna gestión. A su vez el nuevo cónsul está permanentemente en su despacho dispuesto a atender a todo el que lo necesita y a solucionarle sus problemas. En breve comienza a funcionar un servicio gratuito de fotocopias y fotografías para renovar documentos, de manera que el coste de los servicios que solicitan será sólo el de las tasas oficiales. Los marroquíes ya no necesitarán pagar ese servicio. Además, los viernes, el día sagrado para los musulmanes, en el edificio consular se hace especial hincapié en la festividad: el cónsul hace uso de la ropa de gala tradicional y el hilo musical hace sonar melodiosos cánticos religiosos. Y una de las habitaciones de mayor tamaño de la planta baja se ha convertido en una acogedora mezquita u oratorio, por si algún usuario quiere hacer uso del mismo para el rezo.

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