Algeciras

El albergue de Cruz Blanca, al 100% de ocupación ante la emergencia social

  • El edificio social de los Hermanos Franciscanos tiene lista de espera de sus 17 plazas Trabaja en red con Bienestar Social y otros colectivos

El albergue para la emergencia social de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca abrió sus puertas hace casi un año en Algeciras de forma tan silenciosa como silenciosa e importante es su labor. No sólo se trata de dar cobijo a transeúntes, sino que ha sabido adoptar su rol de balón de oxígeno a la emergencia social y lo mismo se presta a ser el realojo esencial frente a un desahucio que abre sus puertas a un extranjero de paso.

La apertura del albergue coincidió con el cierre de la casa de acogida La Esperanza de Pescadores, por eso no han percibido ninguna diferencia, además de estar siempre al completo, tal y como explica el superior de la orden religiosa, Diego Díaz. No obstante, hay excepciones ante casos delicados, por ejemplo una mujer embarazada, o madre e hijos pequeños.

Pero la realidad es que la necesidad de este albergue está más que demostrada. Siempre están lleno porque sus responsables están en alerta de las bajas y posibles altas, para que no haya plazas libres si hay opción de dar cobijo. No paran de hacer recepciones, a final de esta semana recibieron por ejemplo a un chico que está en la calle y se le hizo una encuesta porque no es sólo es darle una cama. "También se les recibe y se trata de conocer las necesidades y si se puede ayudar en más ámbitos", detalla Díaz.

Al trabajar con otros colectivos de forma integral siempre tienen incluso lista de espera. Algunos cumplen un periodo de estancia con colectivos y se ven obligados reubicarse y ahí Cruz Blanca les da la mano en la búsqueda de otros recursos. En este caso como ejemplo está Prolibertas, que da cobijo a personas en tercer grado. Además reciben personas derivadas de centros hospitalarios, desde Cádiz a Algeciras. Se han hecho acogidas de personas que estaban ingresadas.

No se tiene un perfil concreto de la gente que solicita servicios. Hay quienes han salido de prisión y están esperando un periodo para cobrar su pensión, otros que llegan de paso; personas que están sin dinero porque les han robado o se dedican a vivir de la calle; y a veces avisan de otros albergues. Además Cruz Blanca tiene cinco pisos de alquiler, normalmente casi siempre están ocupados. Están trabajando por ello también en referencia a las personas desahuciadas, o al menos intentar buscarle un recurso.

También hay personas que están de paso. Por ejemplo Díaz recuerda que hace días llegaron dos chicos nigerianos, se les ayudó económicamente para conseguir el billete a su destino deseado y se marcharon. Pero hay otros casos, como otro usuarios con asilo político, que llevan dos semanas en el albergue.

La congregación mantiene un contacto director con Bienestar Social y más colectivos para analizar los perfiles de las personas necesitadas. De forma cíclica se reúnen y se estudia el problema que hay en la calle. Como ejemplo hace dos mese se hizo un seguimiento a una pareja en la cual la mujer estaba embarazada y había que buscarle un lugar, ella estuvo ingresada en el hospital, estaba pendiente Bienestar Social. Por eso se trata de trabajar en red por estas personas.

La máxima estancia en el albergue son seis meses pero si se pasa un poco no pasa nada. Por ejemplo hubo un señor que se puso enfermo y le tuvieron que intervenir. Le llevaron al hospital y desde allí se le buscó un recurso porque era más dependiente. Ya que en Cruz Blanca se han visto en circunstancias de personas que han necesitado cuidados paliativos y se ha dado, creían que era lo oportuno. "Intentamos que todas las personas sean válidas, porque por ley no se puede asistir a gente dependiente, pero si está aquí y se cae y tiene que estar cinco días con cuidados lo va a estar", sostiene Díaz,

El equipo sigue siendo el del principio. Un trabajador social, una monitora de tiempo libre y ocio, psicólogo, directora, los hermanos, además de personal que realiza vigilancia de noche, entre otros.

El superior de la congregación sostiene que no se puede dar número de cuántas personas han podido alojar, pero sí es cierto que es un dato muy elevado el de recepciones realizadas y de intervenciones positivas, porque lo que intentan es que sea para que el caso vaya a mejor. Hay personas a las que no se puede ayudar porque implica el carácter personal o la urgencia que tiene. "Siempre decimos que tenemos que trabajar por la persona, aunque estén una semana les damos tareas que tienen que hacer todos los días", defiende Díaz.

Entre las principales necesidades de Cruz Blanca destaca especialmente las relativas a la higiene personal, desde cepillos de dientes, cuchillas, gel de baño. Agradeció Díaz que hace poco Balearia les donó muchas cosas, desde carros de niño, libros, lápices, pañales, mesas, sillas y demás.

En diciembre de 2010 cerró el antiguo inmueble que Cruz Blanca tenía abierto, justo al lado del reciente abierto hace apenas un año. El objetivo ha sido trabajar por ofrecer a la ciudad una nueva estancia para las personas más necesitadas. Cruz Blanca desempeña una gran labor en Algeciras y tiene movilizados a dos mediadoras, dos trabajadores sociales. En total ya hay trabajando en Algeciras siete profesionales dedicados a la necesidad y a todos los proyectos que desempeña la orden religiosa.

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