Algeciras

La obra de la casa La Esperanza deja ver ya el refuerzo de la cimentación

  • González de la Torre estima que pueda estar culminado el trabajo a finales de verano Por seguridad nadie está habitando el edificio

Un mes y medio llevan los operarios dando forma a la nueva casa de acogida La Esperanza de Pescadores. Los habitantes habituales que se hospedaban en el edificio anexo a la parroquia del barrio han sido sustituidos por los trabajadores de la empresa Carrillo Dávila, que están llevando a cabo una tarea de gran calado y dificultad para que el inmueble recobre su estabilidad, dejando atrás las grietas que provocaron que a finales del pasado septiembre tuviese que ser desalojada.

Las obras, si no hay contratiempos, estarán listas a finales de septiembre, permitiendo que recobre la normalidad y la vida que albergaba. Fueron ocho los inmigrantes que durmieron por última vez antes del desalojo, pero en ese espacio han llegado a dormir hasta cuarenta, y todo gracias a la labor humanitaria que encabeza el párroco Andrés Avelino con un grupo de voluntarios y vecinos del barrio de Pescadores.

Las obras se ejecutan mediante un convenio suscrito entre el Ayuntamiento y el Obispado de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, que autorizó las obras y entregó a la entidad local los 9.000 euros que dio la aseguradora. El presupuesto de la actuación es de 31.000 euros.

El concejal de Urbanismo, Diego González de la Torre, explicó que la obra se está desarrollando de forma lenta, ya que el trabajo de cimentación es muy laborioso y no puede entrar maquinaria, por lo que los trabajos se están llevando a cabo de forma manual al 100%. Precisó además el edil que los trabajos se realizan por partes para evitar que se debilite la estructura. Así, luego se pondrán puntales y se asegurará.

Insistió González de la Torre que se está picando a mano, abriendo zanjas de unos 40 centímetros y en ellos se introducen las vigas de hormigón. Recordó que se calculó que la obra duraría unos cuatro meses y, según las previsiones de obra, estará finaliza a finales de septiembre.

Por otro lado, también explicó el concejal de Urbanismo que en el edificio se habilitó en paralelo a las obras un sistema de seguridad para poder acceder a los dormitorios respetando los trabajos de Carrillo Dávila, sin embargo se decidió que no entrara nadie ya que por la tarde, cuando paraban los operarios, nadie podía controlar que no se accediera a la parte acotada por obras. Luego, por seguridad se decidió que nadie pase dentro del edificio.

En concreto los trabajos consisten en el recalce o reparación de la cimentación del muro exterior de la zona del comedor, que es la que presenta los problemas, en un refuerzo de la estructura y en la reparación de daños en los muros y huecos de ventanas y puertas.

Recordar que la casa de acogida La Esperanza, de la parroquia de Pescadores, se dañó tras unos trabajos del ministerio de Defensa de demolición del antiguo acuartelamiento Era de las Torres, que estaba al lado.

Mientras la vida intenta seguir entre los feligreses, la propia parroquia de Pescadores y los alimentos para repartir siguen llegando, los operarios no dejan de sacar escombros y preparar la casa para, tal y como expresó ayer uno de los trabajadores, esté perfectamente habitable. En el techo no se llevará a cabo, sí taparán todas las fisuras que se localicen y una vez echado el hormigón en las zanjas de cimentación se volverán a poner los suelos como estaban. El edificio es un laberinto de vigas, con un gran vallado que lo separa de las habitaciones donde se apilan los muebles. Ya queda menos para volver a llenarlo de vida.

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