El párroco de la barriada de Pescadores Andrés Avelino González definió que los Medallas de la Palma de este año eran como la España cañí, pero de buena gente. "Hay un curilla, una cantaora del pueblo y un medidor del tiempo", dijo de manera jocosa cuando recogió ayer el galardón en el salón de actos del edificio de la ONCE. Por el curilla se refería a él mismo, por la artista a Pastora Delgado, Pastora de Algeciras, y por el último, al maestro relojero que, entre otros logros, ha recuperado la maquinaria del reloj de la iglesia de La Palma.

El primero en recibir la distinción fue al titular de la parroquia de San Pedro y San Francico Javier, Andrés González (1.940). Este burgalés, -"que no burgués", matizó-, destacó la humanidad del reconocimiento. Se desenvolvió bien en su discurso, a pesar de ser un hombre más de segundos planos. La concejal de Izquierda Unida Inmaculada Nieto dijo de él que seguro que prefería un visado para un inmigrante que el galardón. Es de los que prefirió predicar con el ejemplo y abrió las puertas de la iglesia al fenómeno de la inmigración. "Hoy ya no sé vivir sin Algeciras. Estamos muy implicados. Muchas gracias, familia", concluyó.

Recordó que antes de ordenarse sacerdote puso sus ojos en el Campo de Gibraltar como lugar más favorable para encontrar un puesto de trabajo. Dijo haber aprendido mucho de su etapa como albañil y de pescador. Entra dentro del perfil de lo que se denomina cura obrero. Se decantó desde el principio en favor de los pobres y marginados y decidió usar las dependencias parroquiales para la acogida de emigrantes. La parroquia ha sido un lugar de paso de personas que venían buscando un trabajo, sin importar su nacionalidad. Ahora acoge a adolescentes emigrantes que salen de Nuestra Señora del Cobre y que no saben a dónde ir.

El que más se emocionó de los tres, al menos visiblemente, fue José Luis Pavón (1.940), futuro Relojero Mayor de la ciudad. "Es imposible definir la satisfacción que inunda mi corazón. Este reconocimiento nos ha llenado de orgullo a mí, a mi familia y a mi equipo de trabajo. Este orgullo que siento al recibir la medalla me acompañará el resto de mi vida".

En sus méritos se dijo de él que ha dedicado su vida a la familia, los relojes y la defensa del patrimonio histórico y natural del Campo de Gibraltar. Muestra de ello es que fue el primer presidente de La Trocha y ahora lo es honorario. Este estudioso de Leonardo Da Vinci ha resucitado el reloj de La Palma, el del Ayuntamiento de Tarifa y de la iglesia de San Francisco de Asís. Es Relojero Mayor de Tarifa y Algeciras, premio Isidro Peralta y ha sido nominado al premio Europa Nostra a la Conservación del Patrimonio Europeo 2008.

Pastora de Algeciras (1.954), una mujer que puede presumir de haber compartido escenario con artistas de la talla de Camarón de la Isla, Amina, Pansequito o Bambino y de acumular brillantes discos, reparte hoy su experiencia y sus conocimientos por los centros de día de San José Artesano y de El Saladillo. Antes de colgarse ayer la medalla escuchó un poema dedicado a su figura escrito por Inmaculada Jiménez.

En su discurso se sinceró y confesó que el reconocimiento iba a ocupar un lugar privilegiado en su corazón y en su vida. Se acordó de su padre Pepe El Sevillano, uno de sus impulsores y de los que más creyó en ella. Acabó su intervención llenando el escenario con un fandango dedicado a la patrona, la Virgen de la Palma. Antonio Perea estuvo a la guitarra.

Esta algecireña comenzó profesionalmente a los 16 años en reconocidos tablaos madrileños. Con el nombre artístico Pastora empezó grabando 12 singles y en 1.974 participó como primera figura femenina en el espectáculo Camino de Coplas de Manolo Escobar. El éxito le llegó con los discos que ha grabado. Fuego de amor (2.000) ha sido su último trabajo discográfico, un repertorio de rumbas, tangos, bulerías y sevillanas. También ha aprendido a enseñar y a compartir su experiencia.

Nieto destacó en su alocución que las medallas venían a reconocer la trayectoria vital de los tres galardonados. "Es una muestra del agradecimiento de Algeciras por ser como sois". Del cura Andrés González subrayó su compromiso con el tiempo y con los más desfavorecidos y de Pastora de Algeciras, el haber paseado con orgullo el nombre de la ciudad por todos los rincones. De Pavón se quedó con su capacidad artesanal "para el bien de la ciudad. Ha logrado crear un espacio abierto y de conversación. Es un relojero con mayúsculas que ha dedicado muchas horas al reloj de nuestra ciudad".