Granada

Rompiendo barreras para dar el primer paso hacia la Universidad

  • El programa Tránsito presta ayuda a alumnos con necesidades especiales

"Las dudas que tenía yo el año pasado ahora se las puedo resolver a otro". Paula Ruiz, alumna de primer curso de Informática, es una de las diez colaboradoras-con y sin discapacidad- que participan este curso en el programa Tránsito. La iniciativa, en la que van de la mano la Universidad de Granada y la Delegación de Educación y que cuenta con el apoyo de la Obra Social de La Caixa, da apoyo a alumnos con discapacidad o necesidades educativas en su paso del instituto a la Universidad. En el curso 2015/2016, se atendió quince estudiantes. Este año -a falta de que se realice la prueba de acceso a los estudios de grado- se trabaja con 66 chicos que están en Bachillerato. No todos darán el paso a la facultad, pero quienes se decidan a hacerlo lo harán con más información.

El paso de los estudios de Bachillerato a un grado universitario se ve con "dificultad" tanto por parte de los alumnos con discapacidad o necesidades educativas como por sus familias, según explicó ayer la directora del Secretariado para la Inclusión y Diversidad de la UGR, Esperanza Alcaín. De hecho, la experiencia puede acabar en el abandono prematuro de los estudios. "El objetivo de este proyecto es garantizar los recursos y el apoyo" que este alumnado necesita. Sólo en la provincia de Granada, entre todos los niveles educativos, hay unos 16.000 estudiantes con discapacidad o necesidades educativas, los conocidos como NEAE. Este curso, en la Universidad de Granada hay al menos unos 600 estudiantes de estas características. En contra de ellos están los "prejuicios, el desconocimiento de los recursos, el miedo de las familias al cambio y las autolimitaciones", desgranó Alcaín sobre las principales barreras que deben superar estos alumnos.

En Granada hay 16.000 estudiantes de colegio e IES con discapacidad o NEAE

"Hay quien ha tenido una experiencia de acoso y tiene miedo" no sólo a no poder adaptarse a la vida en la facultad, también al entorno, explicó Beatriz Morón, voluntaria del programa y coordinadora de la Comisión de Inclusión de la Delegación General de Estudiantes. "Hay que fomentar que se sientan respaldados", subrayó Morón, alumna de tercer curso del grado de Nutrición. Ella, en estos tres años de estudios, ha encontrado "amigos que me han ayudado cuando lo he necesitado". También reconoce que no es un camino fácil, sobre todo por "el enfoque que algunas personas" tienen sobre la discapacidad.

Laura López del Rincón, estudiante de Traducción e Interpretación, dejó Murcia para venir a Granada a estudiar. Reconoce que hubo "miedo e inseguridades" cuando tomó la decisión y que "estuve muy perdida". Su pérdida de visión comenzó, precisamente, cuando estudiaba Bachillerato. "En la ONCE nos ayudaron mucho. Nos tranquilizaron sobre cómo afrontarlo".

Desde la Delegación territorial de Educación, el delegado, Germán González, destacó que es "fundamental" tener un programa como el de Tránsito. Por su parte, desde La Caixa intervino María Rosa Márquez, directora del Área de Negocio de Granada Capital Sur, que incidió en que las universidades son "focos de luz que iluminan a la sociedad".

La rectora de la UGR, Pilar Aranda, destacó que hay que "romper esa barrera" que hace inalcanzable los estudios universitarios para este colectivo de estudiantes y que con iniciativas como ésta la UGR "abre sus puertas ala sociedad". También pidió disculpas por la tardanza con la que el Ministerio de Educación ha tramitado la nueva Selectividad -que finalmente calca el modelo anterior- y anunció que se trabaja en que la tutorización de créditos sea reconocido con créditos para los estudiantes que se conviertan en 'mentores' de alumnos con necesidades especiales.

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