Teresa Jiménez. Candidato del PSOE al Parlamento de Andalucía por Granada

"El cambio no lo puede representar un político que significa volver al pasado"

  • La líder de los socialistas granadinos dice que no se plantea otra hipótesis que el triunfo "suficiente para gobernar", resta valor a las encuestas adversas y entiende que la reforma laboral restará votos al PP.

-El PP se presenta como el partido que va a traer el cambio, ese es su lema. Como lo fue el del PSOE en 1982, por cierto. ¿Entiende que los populares puedan representar el cambio para muchas personas que en Andalucía sólo han vivido con gobiernos socialistas?

-El cambio no lo puede representar un político como Arenas, que lleva presentándose a las elecciones desde 1979 y que además siempre ha obtenido el rechazo de la ciudadanía. El PP no puede representar el cambio porque los andaluces relacionan el cambio con el progreso y el PP significa recortes, retroceso y una brutal vuelta al pasado.

-Sin embargo, el lema del PSOE va en una línea de continuidad. Hablan de ir por el camino seguro, de seguir como estamos, que siempre será mejor que retroceder... ¿Esa continuidad cómo se casa con el cambio?

-Nuestro mensaje no apuesta por la continuidad. Lo que quiere es hacerle a la gente una propuesta que garantice una seguridad frente a la incertidumbre que el gobierno del PP ha creado y frente al miedo que todos los recortes de derechos y de servicios están generando. Por tanto no es en absoluto la continuidad, sino la posibilidad de seguir construyendo un camino que dé seguridad a los ciudadanos, garantizando el bienestar social y garantizando que podemos salir de la crisis sin perder derechos, todos juntos.

-Pero en un contexto de pérdida de empleo generalizada y continuada, cuando el PSOE dice que viene la derecha con sus recortes, ¿el mensaje socialista puede ser algo parecido al 'que me quede como estoy'?

-En absoluto. Somos muy ambiciosos para Andalucía, entendemos que la crisis ha frenado un camino de progreso que esta tierra había emprendido desde que fuimos capaces de conquistar nuestra autonomía, siempre con la oposición del PP, y creemos que ahora más que nunca hace falta un gobierno socialista, que garantice que se puede generar empleo, pero empleo con derechos, que garantice todas y cada una de los políticas de bienestar social, la transparencia y la buena gestión, y sobre todo que continúe con ese camino que emprendimos con la autonomía, que aún tiene un techo importante que recorrer y que sólo podrá ser de avance con el PSOE.

-¿Qué cree que puede afectar más, el caso de los ERE al PSOE o la reforma laboral al PP?

- Nosotros somos conscientes de que los ERE, el mal uso de los ERE, ha hecho daño a nuestro partido, porque nuestros votantes nos exigen transparencia y honestidad, algo que por cierto no  se le exige al PP en otras comunidades. Creo que hemos sido capaces de dar una respuesta distinta, denunciando a quienes habían hecho un mal uso de lo público, a quienes se habían apropiado de lo público. La Junta de Andalucía ha sido la primera en denunciar y en exigir que quien se haya llevado algo que lo devuelva y lo pague, y en exigir responsabilidades en el ámbito político y de la justicia. Dentro del daño que han hecho a nuestro partido y a nuestro gobierno, creo que hemos dado una respuesta diferente a la que está dando el Partido Popular en comunidades como Baleares o Valencia. No se nos puede olvidar que hace unos días han condenado a Matas, que ha sido presidente de comunidad y ministro con Aznar, y sin embargo el PP esconde la cabeza, no ha sido quien lo ha denunciado, no da la cara. Lo que hace es tapar sus casos de corrupción y amparar a quienes los han protagonizado.

-¿Y la segunda parte de la pregunta?

-La reforma laboral es un retroceso importantísimo en los derechos de todos los trabajadores, en esos derechos que hemos conquistado en estos treinta años de democracia, que nos vinieron dados por la Constitución. Es una reforma que no crea empleo, que precariza el existente, que permite bajar los salarios y deja indefensos a los trabajadores, que nos va a sumir en más crisis y en más recesión. Espero que la gente haya visto con esta reforma lo que significa un gobierno de derechas que elimina derechos.

-¿Y en Granada qué cosas les harán sumar y restar votos? ¿Considera, por poner un ejemplo, que el retraso del Metro juega en su contra?

-Los granadinos van a saber apreciar que todos los proyectos que han creado empleo y desarrollo, que han modernizado nuestra provincia, han sido proyectos realizados y pensados por el PSOE y por nuestros gobiernos en España y Andalucía. Es un elemento importante que va a hacer que la gente confíe otra vez en nosotros. Reconocemos que hay proyectos que por la crisis se han ralentizado, van más despacio de lo que nos gustaría o no han sido priorizados. Pero creemos que los ciudadanos lo van a entender y hemos procurado en esta campaña estar muy cerca del ciudadano y explicar que en tiempos de crisis ha habido que priorizar lo fundamental y retrasar algunos proyectos a los que no renunciamos y por los que seguiremos luchando.

-Cuatro días después de las elecciones hay una huelga general. ¿También influirá en el voto? ¿Cómo valora su convocatoria?

-Lo que puede influir, y creo que lo hará, es que el PP, que ganó las elecciones prometiendo empleo y engañando a la gente, ha demostrado en dos meses que es capaz de retroceder incluso en el paro. Ahora mismo Rajoy tiene el triste récord de ser el presidente con más parados de la historia de la democracia y ya no puede echarle la culpa a nadie. En Granada se han perdido 8.000 empleos en esos dos meses, ha destruido tantos como a lo largo de todo el año 2011 y ha demostrado que lo que trae la reforma es destrucción de empleo. En concreto 136 al día en Granada desde que se aprobó la reforma. Son cifras que justifican que los sindicatos hayan decidido convocar una huelga general, porque no hemos conocido un ataque frontal mayor a los derechos de los trabajadores. Si me pregunta si apoyo o no a la huelga, personalmente la apoyo y creemos que el partido debe dejar libertad a sus afiliados, como siempre, para que decidan si se suman o no. Aunque razones hay.

-En los mítines casi todos los que van son fieles y eso puede transmitir una falsa sensación de euforia al político que los da, pero imagino que usted no sólo se fía de eso sino que pulsa la calle. ¿Qué percibe?

-Esta vez queríamos hacer una campaña distinta, más cercana a la gente, con menos mítines y más actos en plena calle. Toda la campaña hemos estado en contacto con los ciudadanos, contando nuestras propuestas y oyendo las suyas, y lo que hemos percibido es una receptividad grande, nos animan mucho y nos dicen que tenemos que frenar este gobierno absoluto, que Andalucía tiene que poner freno a esa derecha que gobierna en casi toda España y que tenemos una última oportunidad para, desde Andalucía, volver a hacer que el progreso y el bienestar sean una garantía para todos.

-Es la primera convocatoria en la que el PSOE está claramente por detrás en las encuestas. A pesar de eso, ¿crees que la provincia seguirá siendo fiel al socialismo?

-No es la primera vez. En 1996 las encuestas daban por ganador al PP y fuimos capaces de darle la vuelta. Ahora estamos trabajando con ese mismo ánimo y creemos que lo conseguiremos, que lograremos una mayoría suficiente para poder gobernar esta tierra. La única encuesta real es la que salga de las urnas.

-¿Y si no es así, supondría que en el PSOE hay un problema de fondo, de líderes, de estrategia? ¿Hasta qué punto las direcciones regional y provincial tendrían que asumir las consecuencias?

-No trabajamos con esa expectativa. En todo caso, si la gente decide no darnos su confianza o no darlos la suficiente para gobernar, tendremos que abordarlo cuando eso suceda. Nos gusta trabajar en el día a día y en la realidad, y no hacer proyecciones.

-La derecha da por seguro que, en caso de necesitarlo, el PSOE tendría el apoyo de IU para gobernar. Pero en Extremadura eso no ocurrió. ¿Usted sí da por hecho ese apoyo?

-Trabajamos para tener una mayoría suficiente que nos permita gobernar en solitario. A partir del día 25, si hay otro escenario, será cuando tengamos que responder y decidir hasta dónde podemos llegar y con quién. 

-¿Pero personalmente consideraría ese pacto un mal menor?

-Personalmente creo que todo lo que no sea mantener nuestra mayoría, no alcanzar nuestros objetivos, es algo que por ahora no valoraré, lo haré en su momento.

-En esta campaña apenas ha habido debates en Granada. ¿Los ha echado de menos?

-Hemos echado en falta el debate, hemos echado falta más presencia del PP y hemos comprobado cómo en eso también han mentido. Pidieron unas elecciones autonómicas en solitario pero lo cierto es que desconocemos sus propuestas porque han vuelto a ocultar su programa para Andalucía. Pidieron elecciones separadas para hablar de Andalucía y a las primeras de cambio Arenas ha dado la espantá y ha demostrado que no le importa esta tierra y, lo que es peor, ha puesto en entredicho la profesionalidad de los periodistas de la televisión pública andaluza. No quería hablar de Andalucía, no le interesa que los andaluces sepa qué va a hacer, oculta sus intenciones y su programa, como hizo Rajoy.

-La excusa de que el escenario no era imparcial no se sostiene, sí han debatido en otros lugares que podrían ser tildados de parciales, pero a favor del PP.  ¿Si las encuestas hubieran sido diferentes sí habrían debatido?

-Es una simple excusa para no dar la cara, como llevan sin darla más de 30 años. Los políticos estamos obligados a la transparencia siempre, y especialmente en la campaña. Tenemos que explicar qué hemos hecho y qué vamos a hacer para que la gente vote con conocimiento. Ocultar los programas y pensar más en los intereses electorales del partido que en los de Andalucía demuestra que esta tierra no merece ser gobernada por ese partido, los andaluces no se merecen a un presidente que no cree en Andalucía. El PP promete una cosa y hace la otra, no es un partido de fiar.

 -En estos cuatro años ha sido consejera y secretaria general en la provincia. Sé que me va a decir que en los dos pero se lo pregunto: ¿En qué cargo ha disfrutado más?

-En los dos ha habido momentos de disfrute y otros difíciles. En los dos me he sentido muy cómoda. Como consejera fue un privilegio trabajar para mejorar la educación y como secretaria, tener el respaldo de mis compañeros es algo que me da mucha confianza.

-Aquel día en que fue elegida por el 100% de los delegados debió estar exultante. Cuando el partido perdió las generales y las municipales, supongo que ocurriría lo contrario.

-Ha sido un escenario difícil. Los malos resultados han sido momentos muy duros para toda la organización y para mí como secretaria general. Lo superas porque sabes que tienes contigo a todo el partido, que está ahí, y eso te hace sentirse muy responsable, pero también muy feliz. 

-Es relativamente fácil mantener unido a un partido mientras se va ganando. Otra cosa es cuando  se pierde. ¿Si se produce una derrota cree que podría haber una fractura? No digo en Granada en particular, sino en Andalucía en general.

-Este es un partido donde prima el sentido común, la responsabilidad y el compromiso con las ideas. Es verdad que cuando los vientos son favorables, es mucho más fácil la vida orgánica. Pero en tiempos de dificultad hemos demostrado que sabemos reflexionar, tomar nota de lo que nos dicen los ciudadanos y hacer un trabajo interno para que la gente nos devuelva la confianza. No temo la reacción del partido en los tiempos duros porque es un partido que, más allá de los intereses de cada uno de sus militantes, lo que prima es una serie de valores y de principios que nos han hecho seguir fuertes después de 132 años de historia. Ha habido momentos buenos y malos pero seguimos siendo para muchos una garantía de progreso y de libertad.

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