Elecciones Andalucía

El PP obtiene una escasa victoria mientras IU provoca la sorpresa

  • Los socialistas, que empatan a cinco, aguantan en Córdoba el tirón de los populares, que se ha visto atenuado en este caso por el voto fiel de la izquierda en el mundo rural y en las ciudades medias.

Amarga victoria, dulce derrota y triunfo. Son los tres conceptos de la noche electoral en Andalucía y  se reflejan con un significado muy especial en Córdoba. El PP gana por primera vez en la historia pero no consigue superar su handicap en las ciudades medias ni en los municipios de menor población. El PSOE resiste el tirón y aunque sufre una importante sangría de votos aguanta el tirón gracias a sus fieles y a que la abstención apenas le habría perjudicado. Y resta IU. La cara del triunfo en una jornada en la que la la bajada de sufragios fue protagonista después de una caída de la participación de 9,1 puntos porcentuales. Pasó del 75,6% en 2008 al 66,5 en 2012. 

Con estos mimbres, el PP ganó ayer, consiguió cinco parlamentarios, igual que el PSOE, pero el margen resultó estrecho y las expectativas quedaron muy lejos de lo esperado. No obstante y pese a que las caras en la sede del PP anoche eran de circunstancias, plagadas de medias sonrisas, los del partido que encabeza José Antonio Nieto en la provincia resaltaban que los socialistas se dejaron ayer en estos comicios ocho puntos porcentuales y más de 50.000 votos. Los populares obtienen su buen resultado  gracias a su tirón en la capital, aunque las ciudades medias y las poblaciones con menos de 10.000 habitantes han dado de nuevo la espalda a esta formación. Es donde está su listón, su techo, su handicap. Prueba de ello reside en que  han perdido en algunos de aquellos municipios en los que consiguieron la victoria en las municipales, como Montilla o Peñarroya-Pueblonuevo.

Gana exponencialmente IU. Es evidente. Sus dos parlamentarios le saben a gloria. Entran Alba Doblas y el exalcalde de Puente Genil, Manuel Baena. Habría que irse a los tiempos de Luis Carlos Rejón para recordar un resultado similar. Porque IU canalizó ayer en la provincia buena parte del descontento del voto socialista. En el otro extremo de IU queda el regusto amargo de la pírrica victoria popular. Aspiraban a darle la vuelta al reparto de parlamentarios de la circunscripción y alcanzar así los seis diputados que hasta ahora tenían los socialistas, pero sólo obtuvieron el empate a cinco representantes. Conforme avanzaba el escrutinio, que comenzó ganando el PSOE, los números ponían en su sitio a los populares. De hecho, Córdoba junto a Jaén, donde se daba por hecha la victoria socialista, a Almería y, sobre todo, a Granada es una de las cuatro provincias andaluzas donde el PP no sube.

Y es que la tendencia del voto en la provincia había derivado en los dos últimos comicios, Municipales y Generales, hacia el partido de Javier Arenas, pero ayer la abstención perjudicó al PP y sólo consiguieron 3.500 votos más que el PSOE -en las Generales, la diferencia fue de más 38.000 votos-. El Partido Popular pierde sufragios también en favor de UPyD y se demuestra una tendencia similar a la marcada en el resto de Andalucía.

Los socialistas, al contrario que el PP, veían cómo los malos augurios de las encuestas se iban tornando en alegría y más de uno  no se creía que con el recuento a la mitad, el PSOE ganaba las elecciones. No se veían ganadores, se veían aliviados. Comprobaban que la abstención, en este caso, le estaba perjudicando al PP. Al final sólo un puñado de votos separaban su resultado heroico de la victoria del PP. Suficiente para llamar a la puerta de IU.

Porque más allá de las aspiraciones al gobierno y a la supremacía política en la región, IU se convierte en la gran ganadora en Córdoba. Recupera oxígeno después de su descalabro de las municipales y consigue dos parlamentarios con casi 11.000 votos más que en 2008.

Y virando hacia la capital, el PP resiste. Gana sufragios en términos relativos aunque se deja atrás 11.096 votos con respecto a 2008. Lo del PSOE, sin embargo, es ya casi de catálogo en la capital y sufre un nuevo descalabro con 23.176 votos menos en la ciudad. IU crece en casi 3.000, al igual que UPyD, que supera los 6.000 votos, una cantidad que la asienta como cuarta fuerza política ante un PA que queda muy lejos de cualquier aspiración tanto en la provincia como en la capital. Ojo con UPyD, porque aunque no extrapolable, esta cifra le valdría un edil en las Municipales.

En la provincia, el PSOE gana de nuevo en las ciudades medias excepto en la Subbética, donde el PP aguanta a duras penas las tres principales localidades: Lucena, Cabra y Priego. Con respecto a las Generales recupera implantación y crédito de los votantes. IU también obtiene un buen resultado en la provincia, clave para el segundo escaño. Significativos son los casos de como Villa del Río o Nueva Carteya, donde IU está por delante del PP. Como se ha apuntado antes, es evidente el problema popular en el ámbito rural.

De entre las múltiples consecuencias que pueden surgir de este resultado, se encuentra la posibilidad del nacimiento de una nueva era de entendimiento entre PSOE e IU en la provincia. Tras unas municipales en las que muchos pactos se cogieron con alfileres y otros, directamente, ni siquiera se plantearon, ayer se abrió un periodo que puede posibilitar sorpresas y que podría tener influencias en municipios tan significativos como Montilla, donde el Partido Popular gobierna con mayoría simple después de que socialistas y comunistas no llegaran a un entendimiento el año pasado.

Se abre un periodo muy interesante en el seno de la relación entre las distintas administraciones que rigen los destinos de los ciudadanos. Andalucía se convierte en el último bastión socialista y en Córdoba gobierna el PP en la Diputación y en el Ayuntamiento de la capital. Esto influirá sin lugar a dudas en muchas de las decisiones que tanto el gobierno provincial como el local deben tomar  a corto plazo. Por lo pronto, algunas de las propuestas que el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, ha presentado durante la campaña -veáse el centro de convenciones- tendrán un futuro que pasa también por una Junta de un signo político más distinto que nunca. Todo esto sin hablar del Gobierno central y su colisión de intereses con la nueva Junta en la provincia.

Surge desde hoy un periodo político movido también en el seno de las formaciones políticas. El PSOE estaba pendiente de un proceso de renovación interno que arrancó con los fracasos de las generales y las municipales que ahora cambia de perspectiva y el PP tenía planes en Sevilla para algunos de sus nombres más significativos de la política provincial. En IU, pese al triunfo, es de esperar que surjan las habituales banderías y luchas internas porque su presencia es más decisiva que nunca y tienen una oportunidad histórica de tocar poder. Habrá que ver cómo digieren su presencia en el gobierno andaluz.

De coitus interruptus se podría denominar lo ocurrido a las formaciones más modestas. El Partido Andalucista encadena un nuevo resultado negativo y pierde votos de nuevo. La marca sigue sin funcionar. UPyD ve el resultado de una forma distinta aunque su frustración por no haber obtenido representación es significativa. Suben de forma general y canalizan un voto cambiante que puede darles relevancia en otras citas.

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