Pactos

La coalición preferida en estos momentos es una PP-PA

A los votantes socialistas no termina de gustarle del todo un posible gobierno de coalición entre el PSOE e IU, que sería la única forma que tendría José Antonio Griñán de gobernar en el caso de que su partido no alcanzase la mayoría absoluta. A la vista de los sucesivos sondeos del Barómetro Joly, éste es un escenario real.

Que entre los habituales electores del PSOE no termine de entusiasmar del todo la coalición con IU es el hecho responsable de que la mayoría de los consultados prefiera otra: una formada por el PP y el PA. Mientras que un gobierno de populares con andalucistas es apoyado por el 34,6% de los sondeados, el gobierno de izquierdas recibe el apoyo del 24,6%. Aquellos votantes que lo hicieron por el PSOE en 2008 opinan en un 39,3% que, en caso de necesitar otro partido, el mejor sería IU, pero un 29,6% opta por los andalucistas. De hecho, el PSOE cuando ha gobernado en coalición en Andalucía, en tiempos de Manuel Chaves, lo hizo con los andalucistas de Pedro Pacheco y Rojas-Marcos. Hay, incluso, un 16,1% de electores socialistas que responden que la mejor coalición es PP-PA.

Todo ello indica que parte del electorado socialista se mueve en torno al centro-izquierda, y no ve con buenos ojos a IU, que en el caso andaluz aparece como radicalizada y con grandes ausencias de los que fueron algunos de sus dirigentes más destacados.

Por lo que se refiere a los electores del PP, no hay duda: lo mejor sería unirse con los andalucistas, y apenas conciben una suerte de gran coalición con los socialistas.

El problema es que los andalucistas perdieron en esta legislatura toda su representación parlamentaria y el Barómetro Joly no indica que vuelvan a entrar en la Cámara autonómica. De momento, no hay un candidato oficial. Su líder, Pilar González, se presenta a las elecciones municipales del próximo 22 de mayo como candidata a la Alcaldía de Sevilla. Si obtuviese un buen resultado -es decir, volver a entrar en al Pleno hispalense- podría pensarse en ella como candidata a las autonómicas, pero en el caso de Sevilla también lo tiene bastante complicado. De este modo, a los populares no les queda más remedio que materializar en las urnas esa mayoría absoluta; entre otras razones, porque el avance que el PP consolidó en las elecciones autonómicas de 2008 se hizo, precisamente, a base de la pérdida de escaños de los andalucistas. Son, en cierto modo, contrincantes.

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