Sucesos

Viola a una mujer en la sala de espera de Urgencias del Macarena

  • El agresor y la víctima son personas sin hogar que pernoctaban en el hospital

  • La Policía ha detenido al autor de la violación, que tiene 12 detenciones anteriores y ya está en prisión

Un patrullero de la Policía Nacional, ayer en la puerta de Urgencias del Hospital Virgen Macarena.

Un patrullero de la Policía Nacional, ayer en la puerta de Urgencias del Hospital Virgen Macarena. / José Ángel García

Un hombre violó presuntamente a una mujer en la sala de espera para familiares del área de Urgencias del Hospital Virgen Macarena la mañana del 18 de enero. La Policía Nacional detuvo al presunto autor de la agresión, que fue en un primer momento retenido por el vigilante de seguridad del hospital, que esperó a que llegara un patrullero de este cuerpo. El arrestado es un un hombre de 44 años, identificado como José Manuel G. R., que tiene 12 detenciones anteriores. Tras el arresto, el juez de Guardia decretó su ingreso en prisión.

La sala de espera de las Urgencias, vista desde la calle La sala de espera de las Urgencias, vista desde la calle

La sala de espera de las Urgencias, vista desde la calle / José Ángel García

Los hechos ocurrieron a las siete de la mañana del pasado jueves 18 de enero. Tanto el agresor como la víctima son personas sin hogar que frecuentan los alrededores del Hospital Virgen Macarena, y a los que se permite pasar las noches de frío en una zona de la sala de espera de Urgencias del centro, muy cerca de los cuartos de baño. Esa noche se encontraba durmiendo allí una tercera persona, otra mujer, que fue testigo directo de lo ocurrido.

La víctima, de 40 años, explicó a los agentes que la atendieron que se había tomado un relajante muscular, concretamente un diazepam. La mujer asegura que no sintió nada durante la presunta agresión. Estuvo en todo momento dormida sobre las sillas de la sala de espera. Sobre las siete de la mañana, se despertó con un fuerte dolor en la zona genital y con los pantalones y las bragas bajadas a la altura de los muslos. En ese momento notó un golpe en el pie y vio que se lo había dado el hombre que pernoctaba en las mismas dependencias, que le tiraba del pantalón para robarle siete euros que ella llevaba consigo.

Todavía sin saber que había abusado de ella, la mujer comenzó a forcejear con el hombre, al que sólo creía un ladrón y al que exigía la devolución dinero. Instantes después, la tercera persona que había en la sala, que también pasaba la noche al resguardo del frío, le comentó que había visto perfectamente cómo el hombre se había colocado encima de ella y la había penetrado mientras dormía. De hecho, el sospechoso todavía llevaba la cremallera del pantalón bajada. Tanto la testigo como la víctima coincidieron luego en la descripción del individuo, que detallaron como de tez morena y vestido con una sudadera de color blanco.

El vigilante de seguridad del hospital retuvo al agresor, a la víctima y a una testigo

La víctima empezó a gritar. "Deja de tocarme", "Vete de mi lado", fueron algunas de las frases que pronunció la mujer agredida. Los chillidos llamaron la atención del vigilante de seguridad del hospital, que acudió hasta el lugar de donde procedían los gritos. Allí, las dos mujeres le explicaron lo que había ocurrido. El profesional de seguridad llamó a la Policía Nacional y retuvo tanto al agresor como a la víctima y a la testigo hasta que llegó un patrullero de este cuerpo. La Policía detuvo al sospechoso y acordonó la zona en la que se produjo la violación para que no se contaminara y pudieran trabajar en ella los especialistas de la Policía Científica.

Se activó el protocolo especial con el que trabaja la Policía Nacional para este tipo de delitos de carácter sexual, se garantizó la atención a la víctima, la recogida de muestras biológicas y se mantuvo a la testigo controlada para que no pudiera hablar con nadie antes de hacerlo con la Policía ni tampoco cambiar su versión sobre lo ocurrido. El sospechoso fue trasladado a las dependencias de la Jefatura Superior de Policía, donde estuvo detenido durante unas horas hasta ser puesto a disposición judicial. El juez de Guardia decretó su ingreso en prisión comunicada y sin fianza. La zona en la que ocurrieron los hechos estuvo cerrada al público durante unas horas, para asegurar el trabajo de la Policía.

Los vecinos de la zona se han quejado en numerosas ocasiones de los problemas generados por la presencia de un grupo de personas sin hogar en la Macarena. Hace unos años fue detenido otro individuo que había violado a varias mujeres junto a la muralla.

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