Infraestructuras para el transporte

Madrid y Cataluña taponan el brote verde andaluz

  • Fomento ignora el tramo del Corredor Mediterráneo que conecta Algeciras y Murcia. Las navieras asiáticas apuestan por el sur, líder en tráfico de mercancías.

31 de octubre de 2012, miércoles, Madrid. La consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés (IU), se entrevista con la ministra del ramo, Ana Pastor. No es una cita cualquiera, y por eso la ha preparado a conciencia. La idea base es presionar para que los Presupuestos Generales del siguiente ejercicio, a la sazón aún cocinándose, inyecten millones equitativamente en la red ferroviaria de mercancías conocida como Corredor Mediterráneo. La tarea no es sencilla. Cataluña, Valencia y Murcia han creado un lobby en el que Andalucía no está incluida. Cortés defiende los intereses del Campo de Gibraltar pero también, indirectamente, los del resto de la comunidad, que actúa, una vez más, con el discurso deslavazado de los reinos de taifas. La clave es el puerto de Algeciras, de largo el de mayor tráfico de España. Aunque sus conexiones por tren son decimonónicas, es la encrucijada del sur de Europa, el punto de contacto elegido por los barcos no turísticos que dan la vuelta al mundo desde América y Asia, una fuente de empleo, un brote verde, el foco de inversión de empresas como Cosco y China Shipping (China), Arkas (Turquía), Hanjin (Corea del Sur), Uasac (Qatar) o Moll (Japón).

Cortés expone y Pastor escucha. Menos de dos meses después, el 18 de diciembre, la ministra anuncia un gigantesco desembolso en tiempos de crisis: 1.400 millones que permitirán implantar el ancho de vía internacional en el pasillo que va de la frontera francesa a Murcia. Inexplicablemente, y sin que el Gobierno del PP aporte un solo argumento, Andalucía queda fuera del reparto. La cantidad oficializada es casi idéntica a la que la región necesitaría para modernizar su telaraña ferroviaria (1.300 millones). Severa derrota política y notable estupor en Bruselas, que no acaba de captar el sentido de la jugada, especialmente después de haber advertido que la localidad gaditana debía ser preferente. El consuelo es una propina que suena a insulto: los PGE de 2013 destinan a la línea Algeciras-Bobadilla 13 millones, 457 y 317 menos que los trozos de corredor que atraviesan Cataluña y Valencia-Murcia, respectivamente.

En realidad, el Corredor Mediterráneo se bifurca en dos ramales, y ambos afectan a Andalucía. El interior nace en Algeciras y concatena Antequera, Sevilla, Córdoba y Jaén. A la altura de Zaragoza, vira hacia tierras catalanas y de ahí a Francia. La foto del de la costa es Algeciras-Antequera-Granada-Almería, punto de salida Murcia, objetivo de nuevo Francia.

El vaso que comunica Algeciras y Bobadilla (Antequera) es el más deficiente: vía única, traviesas de madera, cero electricidad, túneles bajos y pendientes pronunciadas. Actualmente se construye una doble vía entre Almería y Murcia (no existía ninguna), aunque lentamente y sin que se haya resuelto el enlace con el puerto almeriense. Una sola vía electrificada al 50% engancha Almería con Granada. Entre Granada y Antequera se despliega una nueva doble vía de tráfico mixto AVE-mercancías. Se ha ejecutado la mitad del proyecto. Sevilla-Antequera es otro brazo prioritario en el que la Administración autonómica ha invertido ya 290 millones. Éstas son las urgencias del Corredor a su paso por la comunidad. Sin (miles de) millones no habrá empujón.

El valor del puerto algecireño no reside tanto en el tránsito marítimo sino en lo que el sector denomina import/export, es decir, en el transporte de mercancías por tierra. Es lo que Asia ha visto claro. Quiere un emporio en el sur de España con tentáculos en todo el continente. Tánger, la amenaza más reciente, jamás será rival en ese terreno. En España, entre competidores reales, tampoco hay color de momento. El último boletín estadístico de Puertos del Estado lo deja meridianamente claro. A cierre de noviembre, Algeciras encabezaba el ranking nacional con 81,03 millones de toneladas en mercancías, el 13,41% más que un año antes. Le siguen Valencia con 60,47 millones (+0,12%), Barcelona con 39,21 (-3,67%) y Tarragona con 30,54 (+4,27%). Los siete puertos andaluces concentran 125,79 millones de toneladas (+11,22%), casi el 30% del conjunto de España. En términos relativos, sólo Murcia, que cuenta con un único puerto, supera la evolución andaluza.

El retraso del Corredor es una puñalada al corazón de una industria que genera empleo en tiempos de crisis y atrae capital extranjero. Sin apenas recursos en otros frentes, la Consejería de Fomento ha invertido ya 200 millones en la Red Logística de Andalucía. Pero necesita al Estado. Recurrir a la carga por carretera encarece el proceso y revienta la competitividad. Las grandes navieras asiáticas ya han mostrado su inquietud. No contaban con este contratiempo y tampoco se lo explican. Fuentes del sector advierten que, de enquistarse, la situación podría causar una fuga de recursos a otras comunidades.

La batalla es política. Los competidores de Algeciras presionan al unísono. Enredada en amenazas soberanistas, Cataluña luce hoy más ascendiente que nunca. El presidente de la Generalitat, Artur Mas (CiU), ha llegado a proclamar que los euros deben destinarse a aquellas áreas "más eficientes". Quizás no le falte razón: los trenes andaluces corren menos que los catalanes, aunque sea por cuestiones ajenas a su voluntad. Asimismo, Valencia y Murcia son territorios amigos del PP y La Moncloa. Andalucía, con una coalición PSOE-IU y la pegatina de paria en la pechera, no cuenta con ninguno de los dos factores expuestos y vuelve a pagar, por añadidura, su proverbial espíritu invertebrado.

Los argumentos contra la discriminación son nítidos y contundentes. El puerto de Algeciras lidera en España otro apartado más: el del tráfico (peninsular) de pasajeros, 4,4 millones contra los 3,8 de Barcelona y los 0,9 de Málaga. Supera pues, por mercancías y usuarios, los umbrales establecidos por la Comisión Europea para ser considerado nodo primario de la Red Transeuropea de Transporte.

Algeciras despliega sobre el tablero mundial una formidable mosquitera, conectando con más de 150 puertos de todo el planeta. Es un imán, y se ha pertrechado para serlo todavía más. En diciembre de 2009 comenzó a operar el sector 1 del área logística, destinado a acoger a navieras y consignatarias. Actualmente, la ocupación ronda el 50% y genera 220 empleos. A finales de 2012 se concluyó la construcción de un centro de distribución al por menor del grupo Volkswagen. También operan el centro de transporte por carretera y el edificio de oficinas de las navieras. El puzle lo completarán tres sectores más hasta sumar 293 hectáreas. En el conjunto convergen fuerzas públicas (82 millones facilitados hasta la fecha) y privadas (20 millones más). La pieza más importante es la que falta: el tren.

Geoestrategia: el Estrecho de Gibraltar es asimismo la segunda ruta marítima más transitada del globo, una autopista a los mercados emergentes tanto asiáticos como africanos o centro y sudamericanos. Con el ensanche del Canal de Panamá, que corre a cargo de un consorcio hispanoitaliano liderado por Sacyr, las posibilidades se multiplicarán.

Puertos del Estado aporta otro valioso dato: el enclave algecireño canaliza más de la mitad del comercio entre Marruecos y España. Más: el segundo polígono industrial del país y el primero de Andalucía también se ubica en la localidad gaditana, con una facturación de 11.932 millones en 2011.

En el manifiesto de octubre, la plataforma pro Corredor afirmaba que "frente a otras opciones, la gran ventaja [de Algeciras] es que, a excepción de los 176 kilómetros que la separan de Bobadilla, en el resto del recorrido hasta prácticamente la frontera francesa las nuevas líneas del AVE han liberado ya las antiguas vías convencionales, por lo que con una inversión mínima si se compara con las que requerirían otras alternativas de nueva construcción, se podría disponer de un corredor exclusivo para mercancías que conectase el sur de la Península Ibérica con el resto de Europa, como propugna el proyecto de la nueva Red Transeuropea del Transporte".

¿Cuáles son las razones de fondo para taponar el desarrollo de la pata clave del Corredor, cuyo efecto multiplicador beneficiaría a Cádiz, Huelva, Sevilla, Málaga, Motril y Almería? ¿Por qué el PSOE-A no hace valer su peso en el partido y por lo tanto en Madrid? Una sociedad civil potente y articulada ya habría creado un contralobby. Pero entonces hablaríamos de otro país.

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