El consejero de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía, Antonio Ávila, se congratuló ayer de que el Gobierno de la Nación haya decidido finalmente no recurrir ante el Tribunal Constitucional (TC) la norma que recoge la creación de un impuesto sobre los depósitos de clientes en las entidades de crédito aprobado por la Junta de Andalucía el pasado mes de diciembre.

El Ministerio de Política Territorial que preside Manuel Chaves, mostró sus "discrepancias" a final de año y dio nueve meses para resolverlas, pero finalmente ha decidido no presentar un recurso sin explicar los motivos que le han llevado a ello, ya que el Estado sí mantiene un recurso contra la Junta de Extremadura por el mismo impuesto.

Ávila se felicitó por el gesto del Gobierno hacia la Junta y aseguró que con este impuesto "se están obteniendo resultados". La previsión es recaudar 132 millones este año. En rueda de prensa para informar de la financiación de los centros tecnológicos de la provincia, el consejero destacó que "lo importante es que el crédito fluya".

Ávila insistió en que los bancos en Andalucía pueden pagar este impuesto porque "pueden deducir esas cantidades que por ejemplo le den a empresas que se localicen a parques tecnológicos", a lo que añadió que en este caso "ese volumen se le puede deducir del pago del impuesto". Así, desde la Junta de Andalucía, indicó el titular de Economía, con esta decisión "se está corresponsabilizando en la salida de la crisis a la entidad financiera porque tiene que tomar decisiones en determinadas cuestiones". Ávila añadió que en la actualidad "coincidimos en la idea de que tiene que haber alguna responsabilidad" de la situación económica actual, así como "algún elemento diferencial de aporte del sistema financiero a la salida de la crisis, porque el origen de la crisis estuvo ahí".

"En Andalucía se tuvo claridad al indicar que había que exigirle al sector financiero un esfuerzo adicional" para salir de la crisis, sostuvo. No obstante, Ávila señaló que "no podemos ser ingenuos, ya que el sistema financiero tiene dificultades, por lo que hay que tener sentido común para exigirle las responsabilidades".