El delegado de Movilidad Urbana, Javier Soto, dijo ayer que conseguir que nuevos usuarios se incorporen al servicio de transporte público es clave para tener un sistema de movilidad moderno, funcional y a la altura de una ciudad de las características de Algeciras. La puesta en servicio ayer de los 21 nuevos autobuses en un total de 12 líneas reestructuradas y más amplias supone un antes y un después en el transporte de la ciudad. La novedad implicó algunas disfunciones en la información, perfectamente solucionables, según el concejal, pero también la satisfacción de muchos usuarios habituales que se vieron "gratamente sorprendidos".

El paisaje urbano de la ciudad ha comenzado a cambiar cualitativamente, según el teniente de alcalde quien consideró que hay que hacer un esfuerzo importante de información para el conocimiento general de usuarios. El objetivo de CTM-Grupo Ruiz es crecer en un año un 20% respecto a los 7.000 clientes actuales. En opinión de Soto el número óptimo para funcionar es alcanzar los 10.000 usuarios diarios.

Ayer fue un día especial. A las siete de la mañana partía el primer autobús desde la barriada de El Rinconcillo. En ese mismo autobús, de la línea 3, se hizo un recorrido oficial a media mañana en el que estuvieron, además de Soto, el alcalde, Tomás Herrera, y otros concejales. Perfectamente climatizado, contrastando con el fuerte calor del exterior, partió este autobús del Parque María Cristina con destino a San García.

A lo largo del recorrido las autoridades estuvieron hablando con algunos usuarios que se mostraron bastante satisfechos, por la comodidad, y categoría de los vehículos. Durante el recorrido de ayer, el alcalde destacó la comodidad y la accesibilidad para las personas de movilidad reducida, pero especialmente la rapidez en realizar el trayecto. El que el nuevo sistema de transporte público, que ha supuesto una gran inversión, triunfe dependerá del apoyo de los ciudadanos, según opinó Herrera. El gerente de CTM Grupo Ruiz, Antonio Carrillo, se mostró satisfecho, a pesar de las pequeñas incidencias normales.

Mientras que hay vecinos que piden que los autobuses pasen muy cerca de sus viviendas, otros rechazan tener una parada próxima, "pero los intereses de una persona no pueden prevalecer sobre la generalidad, dijo Soto.

Resaltó que un objeto importante es ir reduciendo la periodicidad de los autobuses en determinados circuitos "haciendo disuasorio el uso del vehículo privado". A la hora de las pegas también hay que solucionar, adecuando las vías, los problemas que provoca la existencia de badenes al paso de los autobuses así como la inadaptabilidad de bordillos muy altos. Para ello, el concejal destacó que habrá que incluir partidas para la accesibilidad física al transporte público.