La tubería de abastecimiento de agua potable a Algeciras que sufre desde hace siete meses una pérdida de 48.000 litros diarios todavía no ha sido reparada y ya tiene otra rotura. La ha detectado el colectivo ecologista Agaden, que fue el que encontró la primera. Todavía no ha calculado cuanta agua pierde, pero sí que el caño que está expulsando al río es similar al otro.

Arcgisa, la empresa pública de la Mancomundidad de Municipios para la gestión del agua y los residuos en la comarca, afirma que tiene conocimiento de estas pérdidas desde que se produjeron, de forma fortuita, allá por el mes de julio. Está esperando que Servicios Auxiliares Marítimos Algeciras (SAM Algeciras) realice los trabajos de reparación de las roturas. Esta empresa se va a hacer cargo del arreglo porque fueron trabajadores suyos los que provocaron las fugas. Fue involuntariamente, mientras operaban con maquinaria pesada para ensanchar el cauce del río Cachón, un trabajo necesario para reducir el riesgo de inundaciones en la Colonia de San Miguel.

SAM Algeciras limpió el cauce varias veces en aquellos días para retirar posibles obstáculos a la circulación de las aguas. En algún momento de aquellos trabajos una máquina chocó con el conducto secundario que abastece de agua potable a Algeciras desde la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de El Cañuelo, en Los Barrios, que a su vez procede de Charco Redondo. El golpe no abrió un poquete en la tubería , sino tres, según matizó en diciembre José Manuel Alcántara, director general de Arcgisa.

Agaden criticó ayer estas roturas y las puso en relación a la venta de cuatro hectómetros cúbicos de agua, por un millón de euros, a la Costa del Sol. "Nos parece poco serio y nada profesional que la Mancomunidad venda el agua que no es capaz de administrar, al derrocharla en fugas que llevan años como la del Toril o La Menacha, donde se despilfarran más de 100.000 litros diarios entre las tres", explicó el portavoz del colectivo, Javier Gil. "Podemos comprender la solidaridad entre cuencas, pero con unas condiciones mínimas que deben hacer públicas la cedente y receptora, para asegurar que el Campo de Gibraltar va a tener agua sin tener que hipotecar su futuro", continuó. Agaden entiende que el agua vendida no debe ir para piscinas ni campos de golf, solo para consumo humano y pidió que, con el dinero de la venta, se priorice el arreglo urgente de las fugas.