Historia del Puerto de Algeciras (LXIII)

El tráfico de mercancías por el puerto entre 1892 y 1930

  • Historia. A principios del siglo XX el corcho era todavía (y lo sería más en la década siguiente) el principal ramo de la exportación en el puerto

Almacenamiento de corcho al aire libre en el muelle de la Galera preparado para ser embarcado (1920).

Almacenamiento de corcho al aire libre en el muelle de la Galera preparado para ser embarcado (1920). / APBA

La falta de un muelle lo suficientemente amplio como para poder ofrecer a los comerciantes una extensa superficie de explotación y la cercanía, en la misma bahía, del puerto de Gibraltar (que aunque de carácter militar había logrado desarrollar, al margen del comercio ilícito que generaba, competitivas actividades mercantiles), así como la presencia de los puertos españoles de Cádiz y Málaga, obligaron a la Junta, en junio de 1910, a tomar una serie de medidas tendentes a mejorar la competitividad del todavía non nato puerto de Algeciras. El objetivo era obtener, mediante el cobro de arbitrios e impuestos, la aplicación de cánones y los alquileres, los recursos propios necesarios para el normal desenvolvimiento de sus actividades. En la sesión celebrada el 11 de junio de 1910, la Junta acordó la reducción en un 25% de las tarifas vigentes de la Compañía del Ferrocarril de Bobadilla a Algeciras, declarar libre de todo impuesto la exportación e importación de mercancías con Ceuta, reducir en un 50 % los fletes con la plazas españolas de África y con Tánger y la supresión del impuesto de pasajeros con las mismas.

La propuesta de hacer desaparecer los derechos de arancel de exportación al comercio del corcho, "el más importante producto de esta región", no fue aprobada por entender el presidente de la Junta que podría perjudicar la producción de las fábricas corcho-taponeras establecidas en la ciudad. Se puede afirmar que aunque a principios del siglo XX había decaído en parte el comercio del corcho, tanto en bruto como elaborado, todavía era (y lo sería más en la década siguiente) el principal ramo de la exportación por el puerto de Algeciras.

La extracción en los montes de Algeciras, Los Barrios, Alcalá de los Gazules y Jimena de la materia prima y su traslado hasta Algeciras mediante arriería (hasta el año 1892, cuando comienza a estar operativa la línea del ferrocarril) posibilitó la instalación de varias fábricas de corcho en la ciudad en las que se preparaban las planchas o se transformaba en tapones para ser, a continuación, exportados a otras naciones desde el puerto algecireño embarcando en los vapores de la Compañía Ybarra o de la bilbaína "de los Cabos" que hacían escala tres veces por semana. También se tiene constancia del embarque de corcho en buques mercantes italianos.

En el reformado del proyecto de prolongación del muelle de la Galera de 1920, el ingeniero director justifica la anchura que propone para la prolongación del citado muelle en que "110 metros (de ancho) no es excesivo si se tiene en cuenta que el principal comercio de exportación de este puerto es el de corcho sin confeccionar que requiere para su almacenaje y manipulación, extensas superficies". En la sesión ordinaria del 29 de mayo de 1936, el vocal representante de la Cámara de Comercio, señor Manuel Benítez Oncala, que se hallaba al frente de una industria de preparación de corcho y exportación de esta mercancía en planchas, aseguraba que la misma "está incluida entre las de mayor movimiento en el quinquenio último, según certificado de Aduanas…".

Por otra parte, no era desdeñable la exportación de otros productos de diversa tipología para el Norte de África, aunque su rendimiento económico para la Junta fuera bastante escaso dadas las exenciones y rebajas tarifarias de las que gozaban las mercancías y otros bienes que se embarcaban con destino a Ceuta, Melilla o Tánger. Como se desprende del análisis de las actas de sesiones de la Junta, el tráfico de mercancías y ganado, tanto de carácter civil como militar, con la otra orilla era muy elevado. El 9 de octubre de 1915 se reconoce por la Junta que los efectos militares estaban sujetos al pago de arbitrios, excepto el ganado con destino al ejército de África. En 1922 está documentada la exportación por el ramo de Guerra para Ceuta de unas 58 toneladas de harina y arroz diarias.

En cuanto a las importaciones, desde el establecimiento de la línea del Ferrocarril de Bobadilla a Algeciras sería el carbón mineral uno de los más importantes productos desembarcados en el muelle de Madera para abastecer las necesidades de la compañía ferroviaria y de sus locomotoras de la línea entre Algeciras y Bobadilla. En 1911 la Compañía del Ferrocarril recibía a través del puerto de Algeciras entre 10 y 15.000 toneladas de carbón al año.

En los años finales de la década se documenta la importación por el puerto algecireño de varias partidas de trigo procedentes de América. En 1929 el Gobierno había excluido al puerto de Algeciras de entre los habilitados para la importación de granos y otros productos agrícolas, lo que representó un serio contratiempo para los comerciantes de la ciudad y las actividades de carga y descarga que se realizaban en el muelle.

Con la terminación de la primera fase del muelle de la Galera en 1917 y la construcción de los dos tinglados metálicos en la cabecera del mismo, el volumen de la actividad comercial se multiplicó al mismo tiempo que la Junta podía disponer de superficies de muelle e instalaciones anejas para atender las demandas generadas por el comercio local y foráneo. En julio de 1918 la Junta reconoce que el tráfico comercial "ha aumentado considerablemente en el puerto". Sin embargo, la necesidad de tener que transportar por medio de carros las mercancías llegadas por barco al muelle hasta la Estación del Ferrocarril de la ciudad, o viceversa, entorpecía y encarecía el tráfico comercial como alega, no sin fundamento, el ingeniero director en el proyecto de tendido de un enlace ferroviario entre la citada Estación y el muelle de la Galera.

Operativo dicho enlace desde el año 1926, los movimientos de carga y descarga se agilizaron en el puerto, lo que redundó en beneficio para los comerciantes y en una mejora e incremento del tráfico. En 1922 la Compañía Franco-Española de Navegación de Barcelona tenía establecida una línea de vapores que unían con una periodicidad semanal la ciudad Condal y el puerto de Algeciras por medio de los vapores Ramón y Trini que atracaban en el lado sur del muelle de la Galera.

Sin embargo, a raíz de la crisis de 1929 y con la caída del comercio marítimo internacional, los tráficos por el puerto de Algeciras sufrieron una importante merma que llevó a la Junta, el 13 de septiembre de 1930, a solicitar a la Dirección General de Navegación, dada "la poco próspera situación del puerto de que no adquiere el esperado desarrollo, pues el tráfico ha sufrido disminución en vez de aumentar, la rebaja temporal del impuesto de tonelaje como medio más eficaz de que la navegación extranjera afluyese al puerto colocándose en condiciones de competir con el vecino de Gibraltar".

Antonio Torremocha. Doctor en Historia Medieval. Académico de número de la Academia Andaluza. Director del Museo de Algeciras (1995-2007)

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