Los trabajadores de la subcontrata que estaban acometiendo las obras de la nueva jefatura de la Policía Local no han cobrado las últimas tres mensualidades. Es la razón por la que los trabajos se han frenado en el último mes, lo que supondrá casi con toda seguridad un nuevo retraso en la entrega del edificio.

La cuadrilla de la subcontrata está compuesta por unos veinte empleados. Hay otros cuatro que pertenecen a la empresa constructora Contrat. Los últimos sí continuan con sus labores, mientras que los primeros han llevado su situación por vía judicial. A la espera de una respuesta, la plantilla espera que sea Contrat la que asuma los pagos como empresa subsidiaria. Si ese paso se produjera, el ritmo de la actuación volvería a recuperarse. Según informan los trabajadores la cadena se rompió porque la subcontrata no le presentó una documentación a la contrata y la última dejó de pagar. El resultado es que hay certificaciones de tramos de obra que están retenidas.

La situación se fracturó a últimos de abril y en mayo los avances en las obras apenas si han sido perceptibles. El nuevo frenazo llega en el momento en que la fachada del edificio, en San José Artesano, está prácticamente terminada. La siguiente fase es la terminación de la cubierta, aunque a la vez ya se puede ver desde el exterior que los marcos de las puertas están aún sin colocar. Las previsiones es que como mínimo quedan 6 o 7 meses hasta que la jefatura esté concluida.

Fue el Partido de Popular el que denunció el pasado domingo que el proyecto estaba paralizado. La formación informó que la pasada semana el Ayuntamiento y la empresa encargada de llevar a cabo los trabajos se habían reunido. Sostenía que la razón de la paralización de las obras era la falta de cumplimiento de los compromisos de pago por parte del Ayuntamiento. Recordaba que supone la tercera vez que la actuación se frena.

A mediados de marzo, el alcalde de la ciudad, Tomás Herrera, aclaró que la anterior paralización no se había debido a problemas económicos, sino a diferencias técnicas. Añadió que la dirección de obras, la constructora y el arquitecto municipal mantenían una serie de diferencias sobre la manera de acometer las siguientes fases. El Ayuntamiento y Contrat tienen previsto reunirse de nuevo esta semana porque hay puntos en los que siguen sin ponerse de acuerdo.

Tomás Herrera precisó que el Ayuntamiento estaba pagando a la empresa, aunque reconoció que había alguna partida que no estaba abonada,"pero hay acuerdos de pago. La cantidad no es preocupante", añadió.

Las previsiones apuntaban que el edificio podía estar listo para finales de este año. Los más optimistas apuntaban que se pudiera estrenar incluso en noviembre.