OBITUARIO

Hasta siempre, mi coronel

Miguel Sibón.

Miguel Sibón.

Ayer falleció, a los 81 años, Don Miguel Sibón, para todos los que tuvimos el honor de conocerle, un profesor que nos ha dejado muy profunda huella en nuestras vidas. Y somos muchos, muchísimos, los que hemos sido alumnos o soldados al mando "del coronel".

Espero que desde el Cielo guíe mi atrevimiento al escribir de él.

Don Miguel nació en Cádiz en Cádiz el 14 de junio de 1936. Ingresó en el ejército con 19 años, el día de San Fernando (el "Atleta de Cristo"). Contrajo Matrimonio a los 24 años con Consuelo, con quien tuvo 10 hijos. Fue destinado a Sidi-lfni, Ourense, Cádiz, Vitoria... y hasta 17 ciudades.

Compaginó su labor docente en dos colegios de Attendis: Guadalete del Puerto de Santa María y Montecalpe de Algeciras. Hombre de profundos valores cristianos, Don Miguel es; perdón, era, de esas personas únicas que sabes que las vas a recordar mientras vivas y la llevarás grabada y mencionarás en muchas ocasiones hasta que mueras. En la faceta que yo tuve el honor de conocer y digo honor, porque esas son las cosas que enseñaba Don Miguel, fue mi profesor de Educación Física muchos años.

La docencia de la actividad fisica y en esas edades de infancia y pubertad fue su vehículo para dejar huella de valores en todos nosotros. Exigente hasta dónde él sabía que podías llegar y más allá, dulce en el acompañamiento y férreo en el objetivo. Bien se preocupó de machacar el valor de la palabra y el compromiso: "si te comprometes, debes cumplir lo que sea, a no ser que haya un terremoto o un desastre" nos decía hace 30 años más o menos. Fue una persona ejemplar. Su fe en Dios le llevó a vivir como pensaba: "O vives como piensas o pensarás como vivas", decía.

Supernumerario del Opus Dei desde 1975, era generoso con lo más importante, su tiempo. De eso bien saben en el Banco de Alimentos, con el que colaboró durante muchísimos años, así como otras asociaciones benéficas a las que dedicó muchas horas de trabajo.

Nunca lo ví caer en el desánimo, ni una queja de cansancio y eso que era famoso por sus salidas a correr, saltos de potro y sobre todo su temida cuerda de unos 6 metros aproximados, que había que subir para pasar de curso. En los muchos kilómetros de carreras que hago al año, Don Miguel sigue detrás mía en mi pensamiento con esa vara, como la del general Paton.

Hace algunos días, con motivo del 25 aniversario de la XI promoción de Montecalpe, lo invitamos a compartir, junto al resto de profesores, los actos conmemorativos. Meses antes me dijeron que su cáncer no lo dejaría acudir. Pero cuando lo invitamos sabía que si Don Miguel se comprometía, no había cáncer que pueda impedirle venir. Seguro que Dios le iba a dar ese regalo. Y se lo dio.

El acto nos sirvió para rendirle pequeño homenaje por todos sus años con nosotros. Y una vez acabado el acto, tomó la palabra y nos dijo: "Sabéis que no soy persona de protagonismos, pero quiero aprovechar para recordaros la importancia de las familias...". Nos dió una arenga como si el tiempo no hubiera pasado y nos repartió una estampa con una oración de la que quiero escribiros un fragmento a modo de despedida, porque seguro que así lo hubiera querido: "..Ayúdanos a ser ejemplo de amor y fe. llena de amor y fidelidad a los esposos, especialmente cuando sufren dificultad. Te Io pedimos -muy unidos a José y María- Por Jesús tu hijo y Redentor nuestro."

DEP Don Miguel Sibón.

La misa funeral se celebra hoy a las 12:30 en la iglesia del Carmen a las 12:30. el acto del sepelio será a continuación en el cementerio de Botafuegos.

juan antonio gavira

XI Promoción Montecalpe

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