historia del puerto de algeciras (LXXIV)

Las relaciones entre la Junta de Obras del puerto y Algeciras entre 1906 y 1939 (II)

  • Historia. Las relaciones entre la Junta y el Ayuntamiento en ocasiones se tornaban conflictivas y tumultuosas puesto que los intereses de ambas instituciones no siempre eran coincidentes

El 22 de junio de 1922 se presentó el proyecto de construcción de un puente de mampostería en sustitución del demolido de la Conferencia. El lugar elegido fue el mismo que ocupó el puente antiguo, pues se consideraba que esa ubicación favorecía la comunicación de la Estación del Ferrocarril y el muelle de Madera con la población a través de las calles Alameda y Almodóvar del Río. El tipo de puente adoptado era el de un arco parabólico de hormigón armado, rebajado al 1/10, con tímpanos macizos, bóveda continua y aceras en parte voladas. Los cimientos serían de hormigón hidráulico, los estribos de mampostería ordinaria con mortero hidráulico y el resto de hormigón armado. La forma parabólica de arco rebajado con una luz de 21 metros era una solución que oponía menos resistencia a la corriente en caso de avenidas violentas y que, por tanto, evitaba los peligros de sufrir desperfectos estructurales como los del puente anterior. Una balaustrada calada constituida por ocho tramos separados por pilares de sección cuadrada remataba ambos laterales proporcionando una sensación de levedad al conjunto.

En la sesión de la Junta celebrada el 10 de febrero de 1923, por Real Orden del Ministerio de Guerra, se autorizaba, en lo que se refería al aspecto militar, las obras del nuevo puente sobre el río y, en la misma reunión, el Ingeniero informó a la Comisión portuaria que se estaba acometiendo el replanteo de las obras en el muro de encauzamiento y el puente citado. En noviembre, el señor Rodríguez del Valle informaba a la Junta haber sido desmontada, en evitación de accidentes por el mal estado en que ya se encontraba, las pasarelas provisionales que habían sido tendidas sobre el río de la Miel, al mismo tiempo que hacía referencia a haberse efectuado los trabajos de cimentación del puente y que la carencia de terreno firme había obligado a hacer una cimentación artificial muy costosa en el estribo de la margen izquierda, lo que estaba retrasando grandemente el desarrollo de la obra. El nuevo puente de la Conferencia se terminó de construir en el verano-otoño de 1926.

Pero las relaciones entre la Junta y el Ayuntamiento en ocasiones se tornaban conflictivas y tumultuosas, puesto que los intereses de ambas instituciones no siempre eran coincidentes, entrando en abierta confrontación cuando una de las partes entendía que la otra se había excedido en sus competencias.

El 12 de marzo de 1930 tuvo lugar uno de los conflictos sobre competencias de la zona marítimo-terrestre. En la fecha mencionada, el Ingeniero Director comunicó a la Comisión el oficio que, el 21 de febrero, había remitido al Alcalde de Algeciras "ordenándole la suspensión de las obras que están realizando para la conducción de aguas sucias por haber entrado en la zona marítima-terrestre de este Puerto sin la debida autorización y participándole que del hecho da cuenta al señor Comandante de Marina, Ingeniero Jefe y al señor Presidente de la Junta." Un conflicto similar volvió a plantearse en la reunión del 30 de marzo de 1932 (Punto 12) a causa del vertido de aguas sucias en la dársena de Villanueva ocasionado por las alcantarillas municipales. Esta circunstancia provocó las quejas de la Junta de Obras. Ésta volvió a reiterar la petición en la sesión celebrada el 30 de abril y en la sesión del día 30 de julio de 1932 se acordó celebrar una reunión con el Ayuntamiento en la que se expondría la necesidad de rellenar la dársena de Villanueva con el fin de acabar con los problemas de los vertidos desviando las alcantarillas hacia otro lugar.

En abril del mismo año, un nuevo conflicto, surgido en esa ocasión con la "Compañía de los Ferrocarriles Andaluces", posibilitó la colaboración entre la Junta y el Ayuntamiento. En la sesión del día 24 de abril de 1930, la Junta tuvo conocimiento, a través del vocal señor Marín, de que la Compañía del Ferrocarril iba a comenzar en breve "el desmonte del puente metálico que unía la Estación del Ferrocarril con la margen derecha del río, con cuya desaparición se ha de perder una vía de acceso a los muelles y zonas del puerto. La Comisión se dio por enterada y acordó que, por tratarse de servicios y vías más principalmente de carácter urbano, poner la noticia en conocimiento de la autoridad municipal para que evite la desaparición del expresado puente."

La actuación conjunta de Ayuntamiento y de la Junta dio un resultado positivo. En la sesión del día 31 de mayo de 1930, se dio cuenta de un oficio del Ayuntamiento, de fecha 26 de abril, trasladando un telegrama de la Dirección de la "Compañía de los Ferrocarriles Andaluces" en el que ésta manifestaba haber dado la orden de suspensión de los trabajos que llevaba a cabo en el puente metálico del lado sur del río de la Miel.

Las obras de demolición del puente del ferrocarril se paralizaron y, en su lugar, se acometieron otras, no sabemos si por iniciativa municipal, portuaria o de la Compañía del Ferrocarril, que consistieron en el desmantelamiento de la vía férrea, ya fuera de uso, y el ensanche del pavimento del puente hasta convertirlo en una vía con calzada de comunicación urbana para vehículos y peatones que existió hasta que en el año 1971 se iniciaron los trabajos de abovedamiento del río de la Miel.

La pujanza que había alcanzado el desarrollo portuario en los últimos años y la penuria económica en la que se hallaba inmerso el Ayuntamiento, quizás fuera la causa de que algunas diferencias existentes entre ambas instituciones se agudizaran provocando frecuentes fricciones y disputas sobre aspectos que en el pasado no eran motivo de enfrentamiento. A veces se trataba de diferencias de opinión respecto a la zona marítimo-terrestre que era competencia del puerto y otras las posibles injerencias de la autoridad municipal en asuntos que la Junta consideraba de exclusiva incumbencia portuaria. Una de esas fricciones surgió a partir de 1934 en torno a lo que la Junta entendía que era una intromisión de la autoridad municipal en su propia jurisdicción y que consistía en el intento del Ayuntamiento de instalar una caseta en el muelle para cobrar un arbitrio municipal sobre los reconocimientos sanitarios que se ejecutaban en el puerto. La Junta se opuso, tanto a la instalación de la caseta como al derecho del Consistorio a cobrar dicho arbitrio, puesto que "suponía una injerencia en la jurisdicción de los asuntos sanitarios del puerto…, por ser función privativa de los servicios de Sanidad Exterior".

Antonio Torremocha. Doctor en Historia Medieval. Académico de número de la Academia Andaluza. Director del Museo de Algeciras (1995-2007)

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