El segundo mandato de José Ignacio Landaluce y el Partido Popular al frente de la alcaldía de Algeciras está marcado por el momento por proyectos destacados y por una economía ajustada. ¿Son posibles proyectos destacados en una economía ajustada? Sí porque el gobierno local popular ha sabido conseguir actuaciones importantes con financiación exterior.

El proyecto que está descollando es el del barrio de La Caridad, que promete regenerar la zona baja de la ciudad. Se trata de una intervención apoyada con 15 millones de euros europeos de fondos Edusi que en la actualidad está empezando a ejecutar acciones.

El estado de las barriadas es el caballo de batalla principal entre el PP y la oposición

El proyecto de La Caridad presumiblemente tendrá un papel protagonista en lo que resta de mandato. De hecho su influencia ya es palpable. Capitaliza el capítulo de inversiones de este año y será usado para financiar actuaciones pendientes, como la remodelación de la acera de la Marina.

Otro proyecto que aspira a transformar un barrio entero es el de San Isidro. En este caso el Ayuntamiento está utilizando fondos propios, y por eso va afrontando la renovación de tramos de calles poco a poco y cuando tiene posibilidades.

Por el momento las mejoras realizadas en el barrio, que por cierto en algunas ocasiones no han sido respetadas por actitudes incívicas, no dan sensación de conjunto, aunque es algo que es cuestión de tiempo que cambie.

El otro gran proyecto del mandato son las obras del colector de Cuesta del Rayo destinadas a evitar inundaciones en este barrio. En este caso las complicaciones que han tenido los trabajos y la investigación judicial sobre la sociedad del Ministerio de Medio Ambiente Acuamed han hecho que Landaluce no haya podido sacar todo el rédito que pensaba de esta actuación.

El alcalde ha sabido presionar en temas como la finalización del paso inferior de la Cañada de los Tomates, ante Adif, y en la remodelación del nudo de acceso a Pajarete, ante la propiedad del centro comercial Puerta Europa. Ha sido la culminación de dos proyectos importantes por los trastornos que causaban a los vecinos de esas zonas en particular y a la ciudadanía en general.

Aunque con retraso, también ha tenido lugar el esperado traslado de la televisión municipal, Onda Algeciras, al antiguo edificio de bomberos. El gobierno local ha explicado que no pudo hacerlo antes porque había necesidades más perentorias que atender.

El Ayuntamiento ha gestionado bien la crisis en el servicio de transporte urbano, tras solicitar la concesionaria concurso de acreedores, y ha consolidado un buen escaparate para la imagen de la ciudad como el Encuentro Internacional de Guitarra Paco de Lucía.

También ha sido el mandato en el que los comercios del centro han logrado la declaración de Centro Comercial Abierto y el de la inauguración de la nueva sede del museo, intervención efectuada con fondos europeos y la ayuda de la Diputación.

En el espinoso asunto del parking Escalinata el equipo de gobierno ha ido recurriendo los fallos judiciales contrarios que ha ido recibiendo el Ayuntamiento. Este caso lo tiene peor que como lo encontró, con una orden de demolición pendiente.

La economía ajustada se ha revelado sobre todo en el aumento de la deuda comercial del Consistorio, seguramente el asunto negativo más destacado del mandato. Desde mayo de 2015 el dinero adeudado a los proveedores ha subido un 76% y el periodo medio de abono de facturas se ha elevado un 116%. En cifras: la deuda comercial ha pasado de 24,2 millones a 42,9 y el plazo de pago era de 166 días y ahora está en 359.

La falta de liquidez de la entidad municipal también se ha atestiguado en la necesidad de firmar cada nueva línea de ayudas que ha ofrecido el Gobierno, bien para refinanciar los créditos del pago a proveedores asumiendo nuevos periodos de carencia, bien para hacer frente a sentencias judiciales.

El gobierno local del PP, eso sí, pese a las estrecheces económicas, se ha negado a subir impuestos y en lo que va de mandato continúan congelados. Tampoco ha habido incidencias en el pago de las nóminas de los empleados municipales.

Las posibilidades económicas también lastran la capacidad del Consistorio de realizar actuaciones de mantenimiento y mejora en las barriadas. Las críticas de asociaciones de vecinos y de partidos de la oposición son frecuentes sobre este particular. El equipo de gobierno niega que la situación en esta materia sea tan mala como se denuncia.