Algeciras

La jueza de control de los CIE sitúa en diez días la estancia máxima

  • Belén Barranco emitirá un segundo auto en el que refleja una mejora en el trato a los internos

La jueza de control del CIE, Belén Barranco, en su intervención, junto a la catedrática Margarita Martínez, ayer.

La jueza de control del CIE, Belén Barranco, en su intervención, junto a la catedrática Margarita Martínez, ayer. / jorge el águila

Los centros de internamiento de extranjeros (CIE) de Algeciras y Tarifa fueron ayer protagonistas en unas jornadas, celebradas en el edificio I+D+i, organizadas por la Universidad de Cádiz y la Complutense de Madrid. Uno de los principales atractivos de la cita estuvo en la mesa redonda en la que participó la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Algeciras, con funciones de control jurisdiccional del CIE local, Belén Barranco, que denunció en un auto a principios de año las graves deficiencias de los centros de Algeciras y Tarifa.

La mesa de debate, moderada por la catedrática de Derecho Penal de la Complutense, Margarita Martínez, estaba formada por el magistrado del Juzgado de Instrucción número 6 de Madrid, que controla el CIE de la capital, Ramiro García; y José Villahoz, representante de Algeciras Acoge. Estaba prevista también la participación de la dirección del CIE de Algeciras, pero se ausentó.

El de Tarifa reduce de 156 a 80 los internos tras la denuncia de la jueza por hacinamiento

Barranco dio grandes pistas en su intervención sobre la realidad que se vive dentro de los CIE de la comarca en base a las dos visitas realizadas hasta ahora observando la situación de los migrantes y las instalaciones. En primer lugar la jueza aseguró que la Ley permite autorizar un periodo máximo de estancia de 60 días pero ella cuando tomó el cargo consideró que diez días debe ser lo máximo para que vuelvan a la calle, a no ser que el interno lo justifique de forma expresa.

La jueza explicó que el segundo auto emitido está a punto de salir a la luz, avanzando que en él expone que se ha mejorado en el trato a los internos ya que el Ministerio del Interior les aporta una bolsa con prendas de ropa, lo que antes hacían colectivos y ONG.

Barranco reconoció también que desde que se emitió su primer auto el CIE de la Isla de las Palomas (Tarifa) ha reducido su capacidad, de 156 a 120 y actualmente son 80 los internos que alberga. La jueza recordó al respecto que España tiene firmados tratados internacionales que están por encima de la Constitución española, en referencia a la decisión de la dirección del CIE de Tarifa de bajar el número de internos para cumplir con el "hacinamiento" denunciado.

Sobre las denuncias que las ONG realizan sobre "malos tratos" en general a nivel nacional por parte de los funcionarios públicos a los internos subrayó Barranco que en su caso, en los CIE de la comarca, "no he tenido constancia". De hecho aclaró que en una visita que hizo al CIE a Aluche (Madrid) "percibía en los funcionarios mucha chulería", pero en las dos visitas realizadas a los centros de Algeciras y Tarifa no ha notado esa sensación. Además, en honor a la verdad, apuntó que muchas de las quejas que recibe, y en especial del CIE de Tarifa, se alaba el trato recibido por parte de funcionarios, trabajadores de limpieza o Cruz Roja. "Humanamente se sienten respaldados". Lo que no se ha solucionado con respecto a las visitas realizadas por Barranco es el "estado decadente" de ambos CIE. Recordó que en el de Algeciras los hombres internados están pendiente de expulsión por alguna condena penal, sin embargo en Tarifa están todos aquellos que llegan en patera, bajo camiones o de otra forma irregular.

La jueza explicó que ella antes del cargo que ostenta de control del CIE local ejercía en el Juzgado de La Línea. En un curso del Consejo del Poder Judicial Barranco tuvo consciencia de la situación de los CIE durante una visita al centro de Aluche y conoció a Ramiro García, integrante de la mesa redonda de ayer, que le puso en conocimiento de los procedimientos a seguir. La jueza reconoció que pensaba que estos centros eran como un "colegio mayor", pero cuando entró dijo: "Esto es una cárcel", apuntando que durante la carrera visitó la prisión de Barcelona y estaba en mucho mejor estado de servicios e instalaciones.

El magistrado del Juzgado de Instrucción número 6 de Madrid, que controla el CIE de la capital, Ramiro García, premio de Derechos Humanos de 2016, detalló su experiencia explicando que fue el primer juez de instrucción en funciones de control. De hecho la figura de estos jueces arrancó en 2009. "Los CIE son centros de sufrimiento y espacios de opacidad e impunidad". García no se recató en sus palabras y denunció que el subsistema policial "ligaba el internamiento con la criminalidad".

García sostuvo que muchos internos no han cometido delitos y cruzan el Estrecho para huir de la pobreza o la guerra. Apuntó que en los últimos tres años ha descendido el número de quejas y malos tratos verbales y físicos, pero no dejó de sostener que la situación de los CIE es "devastadora para los Derechos Humanos".

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