Las tres fachadas de la Casa Millán, en la esquina junto a la Plaza Alta, serán aseguradas en los próximos días con un andamiaje perimetral que deben colocar los propietarios para garantizar la seguridad ciudadana, teniéndose en cuenta las fiestas de Semana Santa que se aproximan y la ubicación del inmueble, por donde discurren las cofradías y se congregan muchísimas personas.

Hoy pasará además por el Consejo de la Gerencia de Urbanismo la imposición de otra multa coercitiva, la tercera, por importe de 47.000 euros por el incumplimiento de los deberes de conservación del edificio que tienen sus propietarios.

El alcalde, José Ignacio Landaluce, informó ayer a través de un comunicado de estas novedades, apuntando que la pasada semana se celebró una reunión técnica sobre este edificio y se realizó una visita al mismo, concluyéndose sobre la necesidad de reforzar la seguridad del inmueble.

La noticia se trasladó a los propietarios y en caso de que no acometan ellos los trabajos los realizará el Ayuntamiento por ejecución subsidiaria. "Vamos a acortar todos los plazos y actuar con la máxima celeridad, porque no podemos llegar a Semana Santa con riesgo alguno en las calles", manifestó el alcalde.

Al margen de esta actuación, el primer edil indicó que el Ayuntamiento sigue trabajando para lograr la rehabilitación de este emblemático edificio y que se mantienen contactos con posibles compradores, a la vez que se sigue actuando desde Disciplina Urbanística, aunque la situación es bastante complicada debido a los muchos propietarios del inmuebles y a que parte de ellos residen fuera.

El concejal de Urbanismo, Diego González de la Torre, señaló que este equipo de gobierno se ha mostrado siempre más partidario del diálogo y negociación con la propiedad como fórmula para obtener resultados, lo que no ha servido con la de casa Millán. "Con estos propietarios nos ha sido imposible, así que la legislación marca el camino a seguir para cumplir la ley y hay que continuar con las sanciones", explicó.

González de la Torre sostuvo que se pretendía la sustitución de la red que cubre la fachada, pero que los técnicos lo han considerado insuficiente por el mal estado de alguna balconada y para evitar riesgos. Por ello se colocará el andamiaje perimetral y un babero de protección para garantizar la seguridad, lo que está presupuestado en 20.000 euros que tendrá que abonar la propiedad. "Siempre es mejor prevenir", concluyó el delegado.