feria real 2017 | crónica del VIERNES

El cuerpo aguanta hasta el final

  • La penúltima jornada de la Feria Real también se vive con intensidad

  • El recinto ferial gana ambiente a medida que pasan las horas para disfrutar de una de las noches fuertes de la fiesta

La Feria de Algeciras apuró ayer sus penúltimas horas y la celebración se apuntó otra jornada de buen ambiente, sobre todo a medida que se acercó la noche. La fiesta terminará hoy con la función de fuegos artificiales a medianoche. Cuando cierren las casetas, ya será hasta el año que viene.

El viernes se presentó en el ferial con un día en el que apretó el calor, por lo que los paseos por las calles del recinto fueron los justos para llegar a las casetas y conseguir sombra y algo fresco.

Pese a que ya son muchas las horas de fiesta y que la penúltima noche suele ser una de las fuertes, la feria de día, que en rigor es más bien la feria de tarde, no estuvo mal. Varias casetas, cierto, estaban vacías. Era un poco surrealista ver el dúo que cantaba en directo en la municipal sin apenas público. Pero otras muchas presentaron un buen aspecto y algunas incluso estaban llenas, gracias a almuerzos con decenas de comensales o a que el público había sido atraído por música en vivo.

Casetas como Las Quemás o El Requiebro, por ejemplo, estaban a tope, y en La Farandulina se registraba buena animación ya a eso de las cinco de la tarde.

Otras casetas como El Relevo o Los Curiales optaron por el flamenco en directo, una buena opción para pasar la sobremesa de una manera algo más tranquila.

En Los Buyitas, que ha llamado la atención este año por la recreación del hotel Cristina que ha hecho en su fachada, el ambiente también estaba álgido y en este caso se bailaban sevillanas, algo que por cierto ya no es tan fácil de ver en la Feria algecireña.

En las casetas menos tradicionales no se pinchan muchas sevillanas y fueron éstas, como es habitual, las que se llevaron la palma durante la noche.

El ambiente fue ganando en intensidad a medida que pasaban las horas y se pudieron encontrar fórmulas tan imaginativas para encandilar a la gente como las de la caseta de la Peña Miguelín, que celebró una fiesta con cotillón.

Y es que la celebración se apaga por este año, aunque todavía quedan luces por refulgir en estas próximas horas.

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