Si con sus cuartetos pasaron a la historia del carnaval, y no sólo en Algeciras, ayer volvieron a hacerlo con un pregón cien por cien algecireño de principio a fin y que encerró todas las esencias de lo que se compone la fiesta: la crítica, el humor, la sátira y la ironía... todas. Gracias a ellos, el pabellón del colegio Santa Teresa se llenó por primera vez.

El pregón no olvidó casi ningún rincón algecireño ni casi ningún personaje popular de la ciudad. El mismísimo Almanzor le dice ¡adiós Miguelete! en uno de los habituales maratones del torero.

Una vez abiertas las cortinas apareció una gran pantalla –a través de la cual estos cuarteteros iban a ofrecer su pregón– y una voz comunicó que el cuarteto “se solidariza con el Ayuntamiento y con su plan de saneamiento” y que no iban a aparecer. Entonces apareció un nodo, y todos sus ingredientes, dando introducción al presente carnaval, eso sí, con pinceladas muy cómicas del régimen de Franco inaugurando el Florida incluido. Derroche de humor desde el principio. Tras la original introducción, la presentación de los cuarteteros para lo que utilizaron imágenes de estos vestidos de comunión.

El primer componente en aparecer en persona fue Carlos Naranjo con el disfraz de Tía Norica y que dio introducción a uno de los varios vídeos de los que se iba a componer el pregón. El primero titulado Cómo se prepara un cuarteto mostró a unos componentes haciendo ejercicios en un gimnasio mientras que El Turri afilaba un cuchillo con las ruedas de una bicicleta estática. Durante todo el pregón audiovisual aparecieron los típicos rincones de Algeciras, como la plaza de toros de Las Palomas, cuyas escaleras les sirven a estos cuarteteros para emular a Rocky.

Posteriormente Sergio Saavedra, el hombre de hojalata de Ojú que sueño, dio paso al vídeo donde aparece Rebolo y Carlos Saavedra interpretando a sus personajes  de Chanel a los Cuatro paseando por la playa de El Rinconcillo y donde se encuentran con los típicos personajes, como los vendedores de milhojas, así como los demás componentes del cuarteto.

Uno de los mejores momentos vino con la tercera parte del vídeo, éste titulado Las ruinas de mi pueblo en el que los cuarteteros se encuentran excavando, emulando a arqueólogos, en las ruinas meriníes de Algeciras. Una imagen de la esfinge real de  Almanzor “cobra vida”, bajo la estupenda interpretación de Sergio Saavedra,  e interactúan con los demás cuarteteros que representan a arqueólogos con su correspondiente “capataz”, Ramón López. Al presentarse como  Almanzor, Rebolo lo confunde con el dueño del cine y este dice que “fui un gran luchador que tuve que pelear con el Magallanes y el Lis”. Con estos golpes fueron recordando a personajes algecireños, barrios y sitios emblemáticos de la ciudad, haciendo un pregón que homenajea y divierte a la vez.

La última parte del pregón, El mensaje, lo da ni más ni menos que el Rey Juan Carlos I, perfectamente caracterizado por un genial Rebolo, flanqueado por Ramón López y Francisco Luque Godoy –el Kenny de Ozú Opá–  y un retrato del príncipe que no es otro que Carlos Saavedra. Durante el discurso, el Rey añora los antiguos cines de Algeciras ya que “el único cine que queda está en la Fuentenueva y es Cine Cómico”; también se acuerda de la Perseverancia, el puerto pesquero, La Escalinata, La Bajadilla, su Paco de Lucía o la semana carnavalesca “que este año ha habido más silla que gente pero que con el esfuerzo de todos, el año que viene habrá menos sillas”.

“Y para finalizar desear a todos un feliz Carnaval 2008”. Tras la pantalla aparecieron todos los componentes con distintos disfraces que recibieron una emocionante ovación de varios minutos. Un triunfo que esperan repetir en el programa televisivo “Tú sí que vales” para el que –tal y como anunciaron al público– han sido seleccionados.