La ciencia y el turismo van de la mano en el avistamiento de cetáceos en Tarifa. Además de divulgar los paisajes y la riqueza marina del Estrecho de Gibraltar a unos 70.000 turistas cada año, los barcos de avistamiento de cetáceos sirven de plataformas de investigación científica para que estudiosos en la materia de distintas administraciones tomen los datos y muestras necesarias para sus investigaciones.

El director comercial de Turmares en Tarifa, Andres Anciaes, explicó que ellos colaboran con varias universidades, con la Generalitat de Cataluña y con otra administración de Las Palmas de Gran Canaria para que sus biólogos se embarquen durante el verano y hagan los trabajos necesarios. Posteriormente, estos datos forman parte de exhaustivos trabajos cuyas conclusiones se exponen en congresos nacionales e internacionales. De ahí que Tarifa y el Estrecho de Gibraltar sea considerada como una de las zonas más importantes y valoradas para el avistamiento de cetáceos.

Además de la ciencia con mayúsculas, estas embarcaciones también sirven para formar a los más pequeños en el amor por la naturaleza y el medio marino en particular, en colaboración con la Junta de Andalucía. Hasta 90 grupos de escolares han participado este año en un programa educativo que consiste en la distribución de guías didácticas que pretenden enseñar el ecosistema antes y después de las salidas. Suelen ser excursiones muy llamativas para los pequeños estudiantes, por lo llamativo de ver a esos enormes mamíferos marinos a apenas unos metros, en su medio natural, haciendo piruetas o simplemente saliendo a respirar.

En el Estrecho de Gibraltar residen especies como el delfín común, el delfín listado, el delfín mular o el calderón común y los escolares desembarcan de las distintas embarcaciones conociendo al dedillo cómo son cada uno de estos ejemplares.

Han sido unos 90 grupos los asistentes durante esta temporada, y no sólo del Campo de Gibraltar. Andres Anciaes explicó que han llegado pequeños en grupo de toda España, aunque de forma mayoritaria procedentes de las provincias de Cádiz, Málaga y Sevilla. Y es que los delfines no son sólo un atractivo turístico, también una fuente de información y formación.

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