Algeciras

La cabalgata conduce a la Feria rodeada de un gran ambiente

  • La gente vuelve a llenar un año más la avenida Virgen del Carmen para no perderse una de las citas más tradicionales del calendario Los más pequeños disfrutan de un día mágico

Hay un día de la Feria Real en el que las reinas y sus damas están rodeadas de delfines, sirenas y corales. Avanzan en ese fondo marino, inexplicablemente, rodeadas de cientos de personas. Un mar flotante por la calzada de la avenida Virgen del Carmen. Es el día de la cabalgata y, sí, en la ayer de la Ferial Real de 2016 las reinas y sus damas cerraban la comitiva en carrozas decoradas con motivos marinos. Iban felices, coronadas unas pocas horas antes, saludando y lanzando caramelos.

La cabalgata reunió a lo largo de todo su trayecto el notable ambiente que siempre suele concitar, una nube de cabezas serpenteando la calle. Aproximadamente una treintena de carrozas participó en el desfile, amenizado por música, baile -sobre todo gracias a la comunidad boliviana-, charangas y también la banda Amando Herrero. A su llegada al recinto ferial, con las agujas apuntando a la medianoche, se procedió al encendido del alumbrado y de la portada.

Tanto en los tramos de las sillas reservadas, entre Ojo del Muelle y la rotonda de Blas Infante, como en el resto de Virgen del Carmen, jalonada con las pérgolas de playa y los pequeños campamentos familiares, se pudo ver a mucha gente. Habría que precisar que los gazebos desmontables para dar sombra no jalonaban la acera, sino que la ocupaban por completo, uno detrás de otro. Ya apenas se ven sombrillas, sino esas estructuras además adornadas con banderines y farolillos. Allí los grupos disfrutaban de comida y bebida desde horas antes de la salida de la cabalgata, a las ocho de la tarde.

Por supuesto los niños, los más pequeños, fueron los que más disfrutaron del espectáculo, primero con los monstruos alienígenas hinchables y luego con los cabezudos y quienes venían disfrazados de la panda de Scooby Doo y de la Patrulla canina. Con las carrozas también se lo pasaron en grande porque llovían caramelos y ciertamente se observaban algunos acopios sobresalientes.

Destacaron carrozas como la de Los Buyitas, que recreó la Plaza Alta, palomas incluidas, o la de La novia del sol, que construyó la entrada del antiguo cortijo del Calvario. También llamó la atención una diligencia vaquera con caballos de cartón piedra a tamaño natural, una dorada pirámide de Egipto o una igualmente dorada colmena de abejas.

Entre el público ya se pudieron otear los primeros vestidos de flamenca y que parece que vienen pisando fuerte, dispuestas a convertirse en elemento de referencia en esta Feria, las pistolas de pompas de jabón.

Entre la llegada de la Policía Nacional a caballo y del alrededor de medio centenar de caballistas, que abrían el desfile, y la venida de las carrozas de las reinas y las damas, pasaba aproximadamente una hora y media. El tiempo de espera antes de ir al real y empezar a disfrutar de la gran fiesta de la ciudad.

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