La sede de la coordinadora contra la droga Barrio Vivo acogió ayer la III Asamblea anual de la Federación Andaluza de Parkinson (Fandep), un colectivo cuyo objetivo principal es que las administraciones "sigan escuchando nuestras peticiones, que no son pocas", dijo el presidente regional, José Ramón Orihuela. En rueda de prensa explicó que es una enfermedad que "habitualmente suele dar la cara a partir de los 60 años". Pero la esperanza de vida cada vez es mayor, y por tanto "las asociaciones necesitamos cada vez más ayuda, especialmente económica tanto a nivel público como privado". Apuntó que las asociaciones "venimos a cubrir el hueco que el SAS no aporta y es la rehabilitación de grado continuo".

El presidente de la asociación en el Campo de Gibraltar, José Merino, dijo que es fundamental aportar a los enfermos estimulación, atención psicológica y terapia o logopedia "para aumentar su nivel de calidad de vida".

José Ramón Orihuela incidió también en el apoyo al "cuidador" o "cuidadora". Uno de los objetivos que reclamó es aprovechar el nuevo concepto que están poniendo en marcha muchas empresas de "responsabilidad social corporativa". El presidente de Fandep destacó la ruptura de muchos tópicos al respecto y afirmó que gracias a las nuevas tecnologías se diagnostican casos de parkinson en personas de menos de 30 años, y por tanto "en plena actividad laboral".

Andalucía es la comunidad que más casos sufre al detectarse en mayor cantidad en el medio rural. Cuantificó en unos 60.000 los casos existentes pero explicó que ahora se están actualizando. Aquí el hombre y la mujer lo sufre por igual, si bien apuntó que hay muchas mujeres que no informan sobre lo que le pasa, especialmente por sus obligaciones familiares o laborales. En cuanto a la ley de Dependencia, afirmó que está funcionando y viene a completar los servicios de las administraciones, pero es un proceso muy a largo plazo. "Estamos en el período de evaluación y eso requiere mucho tiempo para poder acceder al Plan Individual de Atención al Enfermo".