Algeciras

Triunfo de Leonardo Hernández, que comparte puerta de feria con Romero

  • Tres orejas para el triunfador, dos para el onubense y una para Sergio Galán

  • Buen juego de los de Benítez Cubero para rejones

  • La asistencia en los tendidos refleja un divorcio entre la plaza de toros y el Real de la feria

Hernández, el triunfador, lidiando con el caballo más veterano de su cuadra y de la tarde de ayer, 'Verdi', de 14 años.

Hernández, el triunfador, lidiando con el caballo más veterano de su cuadra y de la tarde de ayer, 'Verdi', de 14 años. / erasmo fenoy

Tarde de triunfo con la suma de tres trofeos para Leonardo Hernández, que comparte salida a hombros con Andrés Romero, segundo en el pódium con dos orejas y medalla de plata para Sergio Galán, que le cortó un apéndice a su segundo en una tarde de poco público en Algeciras.

Y esa es la nota negativa del festejo, que no es achacable al cartel. Habrá que ver que ha pasado con la feria taurina de Algeciras para llegara a lo que es hoy, un acontecimiento en derrota batida y que está en la UCI de una empresa con la vitola de que hace que las ferias se vengan arriba, pero que le está constando mucho oxígeno levantar Algeciras.

Feria que fue esencial en el mundo del toro, que hacía lobby en el Cristina en feria acudiendo toda la prensa nacional. Hoy parece que se ha divorciado la feria taurina de la feria real y cada una va por su cuenta. Por la invención del domingo rociero se perdieron las mejores fechas taurinas, el primer domingo y el lunes.

Ahora, que llegó la moda de que el último domingo de feria ya no sea feria, como en otras localidades, los toros en domingo se han quedado en una jornada triste con la feria desmontada. La legión de gente de la comarca, de Jerez, Cádiz, El Puerto o Málaga, que acudía no hace tantos años, se ha perdido. No vienen.

En ese relato no es de extrañar que los rejones en un domingo sin feria se hayan quedado para el petit comité, los abonos y poco más. La altura, el buen rejoneo y el nivel de entretenimiento y calidad que tuvo la corrida ayer estuvo por encima de la asistencia, corta y desconocida para una feria de esta importancia cuya máxima entrada este año ha sido la media del sábado.

Y dicho esto no le quitamos más sitio a los protagonistas de la tarde de ayer, rejoneadores y ganadería, pero sí que pedimos por favor que se aquilate la Feria Real de Algeciras con su Feria Taurina, que por lo menos desde 1850 ha sido una de las grandes de toda Andalucía.

Un toro que vinos a menos, el primero, y el acero, impidieron que Sergio Galán también abriera la puerta grande, pero hizo las cosas muy bien, seguro y con oficio, monta y temple. Tapó mucho a su primero con mucha entrega y fue puro y ortodoxo con el noble cuarto recibiendo la oreja.

Leonardo Hernández enardeció al público desorejando a su primero. Contó con el mejor lote del envío y además conectó con el público. Expuso mucho Hernández, certero y reunido en el embroque en ese segundo toro. Al quinto, otro toro noble e ideal para el arte ecuestre, lo lidió solvente con los más veteranos caballos de su cuadra. Oreja.

Andrés Romero, que tuvo un primero sosote pero manejable y nos dio la impresión de que no se llegó a acoplar, se superó con el sexto, el más complicado. No se amilanó el torero de Huelva con los momentos de apuro y a base de raza y técnica, colocando al toro en suerte, lidiando a caballo, le sacó el máximo partido.

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