Algeciras

Scouts de San Jorge: una escuela de valores que sigue viva 35 años después

Los scouts de San Jorge están de aniversario. Coincidiendo con el centenario del escultismo, el grupo nacido en el parroquia de La Piñera cumple este curso su 35 cumpleaños. Un año de fiesta, que sirve como excusa para hablar de su historia.

Pedro Gómez, párroco de la iglesia de La Piñera y conciliario del San Jorge, pone voz a los primeros años de vida de este grupo ligado al escultismo católico: "El movimiento surgió de la mano de un grupo de adolescentes, que fueron los que empezaron a vivir el escultismo. Al principio sólo había niños, pero en el año 77 empezamos con el grupo de niñas. Tengo que decir que, curiosamente, con este hecho el movimiento scout católico fue pionero en la coeducación. Hasta entonces, los grupos que existían eran mayoritariamente de niños".

Desde sus inicios hasta ahora, el grupo San Jorge ha pasado por diversos momentos. Pedro Gómez añade que, aunque han existido dificultades, han sabido superarlas. "Un dato que habla mucho de esta constancia es el campamento de verano, que no ha dejado de celebrarse en los últimos 35 años. Normalmente, cuando en el grupo hay crisis, no se organizan. Además, en los últimos años, y como un signo de madurez y de crecimiento del grupo, también lo celebramos en Navidad", comenta el conciliario.

En su opinión, el secreto que ha mantenido vivo al grupo durante tantos años está en la calidad humana de sus responsables, los cuales han trabajado duro para lograr que el San Jorge siguiera adelante estas tres décadas.

Hoy, el responsable de los scouts de La Piñera es un joven de 30 años. Trabaja en una agencia de viajes y se llama Quique Aparicio: "Empecé en los scouts en el año 1991. Lo hice porque tenía amigos aquí. Vine, me interesó lo que hacían y me quedé".

Es la cabeza visible del San Jorge, pero junto a él trabaja otro grupo de responsables, hasta sumar 15, distribuidos en las distintas ramas en las que se organizan los scouts: lobatos (de 7 a 10 años), rangers (de 11 a 13 años), pioneros (de 14 a 16 años) y rutas (de 17 a 19 años). Todos ellos son los encargados de organizar las actividades que se llevan a cabo cada curso.

El San Jorge integra ahora a medio centenar de niños y jóvenes, algunos de los cuales ha llegado hasta el grupo gracias a las campañas de captación que realizan. Ellos son el mayor tesoro del grupo scout y motivo de orgullo para todos. "Nuestra aportación social es tener aquí todos los fines de semana a 50 niños durante dos horas y después llevártelos tres días de campamento en Navidad, y otros siete en verano", explica Quique Aparicio.

Cada una de las actividades que organizan giran en torno a los valores que promueve el escultismo católico. "Nuestro objetivo es educar en valores y crear una actitud de servicio en la persona. Tenemos como cometido procurar dejar este mundo mejor que cuando llegamos a él. Es decir, trabajar en la transformación del mundo, de la sociedad y de su entorno desde el servicio a los demás", añade el párroco.

Un ejercicio de generosidad que se practica desde el puesto de responsable de grupo, donde jóvenes como Quique, Anabel, Virtu, Lorena, David o Diego -con edades comprendidas entre 20 y 31 años- compaginan su trabajo y vida personal con las reuniones semanales, las campañas de captación o los campamentos en un ambiente que califican de familiar. "Este es un voluntariado puro y duro, en el sentido estricto de la palabra", concluye el párroco.

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