historia del puerto de Algeciras (LXX)

Recursos propios de la Junta de Obras del puerto de Algeciras entre 1906 y1939

  • Historia. La finalización de las obras del muelle de la Galera puso a disposición de la Junta superficies de muelle, líneas de atraque y posibilidad de construir tinglados para alquiler

Hasta el año 1916 el único ingreso procedente de los recursos propios de la Junta contabilizado en las actas de sesiones de dicho organismo era el que aportaba la recaudación mensual de arbitrios por pasajeros y mercancías percibido a través de la Aduana, que ascendía, un mes con otro, a la insignificante cantidad de entre 300 y 800 pesetas, llegando en algunas ocasiones a 900 y, en casos excepcionales, a 2.800.

El 11 de mayo de 1916 el Director de la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces, propietaria de la Compañía de Vapores del Sur de España, dio su conformidad para que se impusiera un arbitrio especial a los pasajeros de Gibraltar por el que la Junta venía pugnando desde su creación en 1906. La liquidación del citado impuesto en el mes de julio de 1916 alcanzó las 1.125,05 pesetas, cuando la recaudación del arbitrio general sobre mercancías y otros conceptos (entre ellos la aguada) fue tan sólo de 717,35 pesetas, lo que indica la escasa entidad que, por aquellos años, tenía la recaudación proveniente del impuesto general sobre las mercancías y los pasajeros entrados y salidos por el puerto.

La finalización de las obras del muelle de la Galera puso a disposición de la Junta superficies de muelle, líneas de atraque, posibilidad de construir tinglados para alquiler y habilitar un mejor sistema para proporcionar agua a los vapores que lo solicitaran, así como el disponer de grúas para la carga y descarga. Todo lo cual vino a mejorar significativamente la recaudación y a incrementar los recursos propios de la Junta lo que, al margen de las subvenciones estatales, redundaría en una mayor capacidad de explotación del puerto y, como consecuencia, en un aumento de los ingresos.

El 20 de enero de 1917, además de la recaudación del impuesto especial de pasajeros de Gibraltar, aparece reflejada en las Actas la recaudación de arbitrios por otros conceptos (arbitrio por la tarifa general de pasajeros: 1.629,56 pesetas y por la tarifa del servicio de grúas y otros: 150,25 pesetas).

Con la aparición de nuevos tipos de arbitrios, imposición de cánones, concesiones y alquileres y, según se fueron poniendo en explotación nuevos espacios y prestándose otros servicios portuarios, las cantidades recaudadas no harían sino aumentar en los años siguiente. En diciembre de 1917 serían siete los conceptos por los que se recaudaba, ascendiendo los ingresos a 4.673,16 pesetas. En noviembre de 1919, aunque la recaudación total por arbitrios había descendido (en el mes de julio de 1919 la recaudación había llegado a las 9.155,42 pesetas y en noviembre del mismo año había descendido a 3.519,48 pesetas) el número de conceptos había aumentado con la adición de otros nuevos como la ocupación de superficies, almacenaje y muellaje. No cabe duda de que la explotación del muelle de la Galera, completamente terminado, en su primera fase, y dotado de dos tinglados metálicos abiertos, estaba posibilitando el incremento de la recaudación por ocupación de superficie y servicio de grúas, que entre ambos ascendió en el mes de marzo de 1920 a 15.070,94 pesetas, cuando la recaudación total había sido de 21.556,15 pesetas.

Destaca, por la cantidad recaudada en arbitrios y otros conceptos, el citado mes de marzo de 1920, cuando se alcanzó la referida cifra de 21.556,15 pesetas, aunque a partir de ese mes y hasta marzo de 1929, la recaudación registrada osciló entre las 10.000 y las 17.000 pesetas. En el mes de junio de 1929 se observa de nuevo un incremento de la recaudación por arbitrios y otros ingresos propios de la Junta que oscilaría, en lo que restaba de ese año y buena parte del siguiente (hasta octubre), entre las 13.000 y las 24.000 pesetas mensuales, para dar un salto importante en los meses de noviembre y diciembre de 1930 con cantidades que, respectivamente, alcanzaron las 43.025,10 y 51.785,91 pesetas, cifras, sin embargo, que no se consolidarían, puesto que en la anualidad del año 1931, las cantidades volverían a descender hasta alcanzar los niveles del verano de 1930 o, en el mejor de los casos, a registrar suaves incrementos periódicos.

Del análisis de las cantidades recaudadas por arbitrios y otros ingresos propios de la Junta, como el alquiler de medios auxiliares terrestres (grúas, vagonetas y locomotoras de obras) y flotantes (cabrias, chalanas, barcos-aljibes, barcas de buzos, etc.), se desprende que la crisis general de 1929 y los frecuentes conflictos laborales, de los que se tratará en otro artículo, no afectaron de una manera significativa a los ingresos, pues aunque se asistió a un descenso en la recaudación por arbitrios y otros conceptos en el ejercicio de 1929, en el año 1930 volvió a reflejar los niveles de años precedentes. (En el año 1928 la recaudación total por arbitrios había ascendido a 290.738,17 pesetas, mientras que en el año 1929 se recaudaron tan sólo 226.357, descenso que el Ingeniero Director achaca a la pérdida de alquileres de grúas y material flotante por haber finalizado la mayor parte de las obras del Rompeolas de la Isla Verde). La recaudación del año 1930 por los mismos conceptos ascendió a 269.426,74 pesetas.

No obstante, el tráfico portuario sufrió un descenso que obligó a la Junta, con el objetivo "de mejorar o aumentar los ingresos que han sufrido tan marcada disminución con la crisis por que se atraviesa", a ingresar cierta cantidad de dinero de la que disponía en el Banco Español de Crédito y solicitar a la Dirección General de Navegación la rebaja temporal del impuesto de tonelaje.

Desde 1930 hasta el año 1937, las recaudaciones anuales por arbitrios y otros conceptos fue la siguiente: 1931 (278.972,51 pesetas), 1932 (304.009.96 pesetas), 1933 (308.843,17 pesetas), 1934 (319.972, 60 pesetas), 1935 (333.747,12 pesetas), 1936 (199.977,50 pesetas) y 1937 (287.909,42 pesetas). Con el descenso lógico del año 1936, en el que el tráfico comercial y de pasajeros quedó prácticamente paralizado desde el mes de julio, las restantes anualidades no denotan una gran caída de la actividad a través de las cantidades recaudadas. Es muy probable que la actividad generada por las obras de construcción del muelle pesquero, la rampa-varadero de la Isla Verde, 2ª caseta de pesquerías, y, sobre todo, la magna obra del Rompeolas de la Isla Verde, hasta 1933 en el Dique Norte y luego en el Dique Sur, posibilitaron el mantenimiento de los niveles de ingresos por arbitrios, pero en mayor medida por el alquiler de los medios auxiliares propiedad de la Junta que se utilizaban en las mencionadas obras.

Antonio Torremocha. Doctor en Historia Medieval. Académico de número de la Academia Andaluza. Director del Museo de Algeciras (1995-2007)

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