Algeciras

Rajoy se parapeta en su función política para eludir la contable

  • El presidente del Gobierno declara en el juicio por la trama que ignoraba la caja B del PP y que "jamás" se ocupó de la gestión económica

  • Niega el cobro de sobresueldos: "Sería ilegal"

Con una gran expectación mediática y con tono contundente, Mariano Rajoy -primer jefe del Gobierno que declara como testigo en un juicio mientras ocupa sus funciones de líder del Ejecutivo- negó ayer ante el tribunal del caso Gürtel haber tenido conocimiento de una posible caja B y de sobresueldos en el PP. "Jamás me había ocupado de ninguna cuestión de contabilidad", dijo en su declaración en la Audiencia Nacional, donde durante casi dos horas reiteró una y otra vez que su responsabilidad en el partido era exclusivamente "política, no contable". De hecho, hasta en siete ocasiones subrayó que no se ha ocupado "jamás" de los asuntos económicos.

Sentado en el estrado, y no en el banquillo, Rajoy respondió a más de un centenar de preguntas de las acusaciones y las defensas. El rifirrafe entre el presidente del tribunal, Ángel Hurtado, y la acusación popular que ejerce Adade centró la primera hora de interrogatorio. Rajoy, que entró por el garaje en su coche oficial evitando el paseíllo, calificó de "absolutamente falso" que se cobraran sobresueldos en B y dijo que sería "ilegal". Según explicó, los cargos con responsabilidades en la formación tenían un "complemento" que se declaraba a Hacienda. Aseguró que "jamás" oyó hablar de "financiación ilícita ni de donaciones en efectivo ni ningún empresario le habló de una donación". "No sé si se ha confundido de testigo, señor letrado", exclamó. Además, también replicó en tono chulesco: "No parece un razonamiento muy brillante".

Repitió varias veces que su labor era política y que ni llevaba ni estaba al tanto de las cuentas de la formación, ni siquiera cuando dirigió campañas electorales. "Mis responsabilidades son políticas, no de contabilidad", enfatizó. Indicó que en el PP hay una "separación nítida y clara" entre la parte política y económica. Sobre las campañas electorales de Pozuelo y Majadahonda en 2003, el presidente dijo desconocer cómo se facturaron porque no se ocupaba "para nada de los asuntos económicos". "Sería algo disparatado que yo estuviera ocupándome de los asuntos de los 8.000 ayuntamientos de España. Sería lisa y llanamente imposible", aseveró.

En cuanto a si se pagó con dinero B la reforma de la sede nacional del PP en Génova entre 2005 y 2010, se limitó a decir que sabía que se estaban haciendo obras porque en esa época "iba todos los días y veía a los operarios haciendo obras". "Desconozco absolutamente cómo se pagaron las obras porque no llevaba ningún asunto económico", reiteró.

Sobre la reunión en 2010 para negociar el despido de Luis Bárcenas como tesorero, Rajoy aseguró que recordaba "perfectamente" esa cista, a la que asistieron con Bárcenas su mujer, Rosalía Iglesias, y el ex ministro Javier Arenas. Le pareció un encuentro "razonable", dijo, porque Bárcenas había trabajado 30 años en el partido y quería "despedirse". Allí, el ex tesorero explicó que iba a dedicar tiempo a "defenderse" y le pidió una sala para meter sus "papeles y documentos", así como poder utilizar un coche del partido, algo que vieron "razonable".

Además, afirmó que no prestó "ninguna" ayuda a Bárcenas en el ámbito judicial y negó que hiciera gestiones para apartar a las fiscales de Gürtel. Es más, indicó que el sms "hacemos lo que podemos" que envió al ex senador "significa" que no hicieron "nada" para "perjudicar" el proceso, al tiempo que confesó que se enteró de las cuentas en Suiza por la prensa, como "todo el mundo".

Dejó claro que no conocía al supuesto cabecilla, Francisco Correa. "Si lo conocía, era de saludarlo en algún acto del partido, cosa que no puedo afirmar con total nitidez", apostilló. Explicó que decidió cortar relaciones con Correa a finales de 2004 porque el tesorero, entonces Álvaro Lapuerta, le dijo que "algunos proveedores estaban usando el nombre del partido en algunos ayuntamientos de Madrid". Rajoy relató que le preguntó si había algo "no ajustado a Derecho" y su respuesta fue que no tenía pruebas "pero que no le gustaba" y le propuso no trabajar con ellos. Además, dijo desconocer que las empresas de Correa siguieran trabajando en Valencia y quién organizó el Congreso del PP de 2008.

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