Historia del Puerto de Algeciras (LX)

Prolongación del ferrocarril hasta el muelle de la Galera (1923-1927)

  • Historia. El tendido de la segunda vía destinada en exclusiva a los viajeros precipitó el necesario acuerdo entre la Junta y la Compañía de Ferrocarriles

Un vagón con un depósito de combustible de Shell tirado por una reata de mulos en el muelle de la Galera en 1925.

Un vagón con un depósito de combustible de Shell tirado por una reata de mulos en el muelle de la Galera en 1925. / apba

A finales del año 1925 estaba concluido el trazado de la línea de enlace que discurría junto al muro sur del muelle de la Galera contando, tan sólo, con una vía y un apartadero. Pero entendiendo la Junta de Obras que una única vía era insuficiente para dar respuesta a la continua llegada y salida de viajeros por el puerto, puesto que la existente era usada, en exclusiva, para el tráfico de mercancías, encargó en el verano de 1926 un proyecto de ampliación de vías para dotar al muelle de otra vía, situada más lejos de la zona de atraque, que pudiera ser usada sólo por los viajeros. El proyecto fue redactado y firmado por el Ingeniero Director el 17 de noviembre de 1927 y, entre otras argumentaciones, éste exponía que su propuesta respondía "a la necesidad grande de que tanto el viajero que llega de los puertos de África, como el turista que lo hace del de Gibraltar, puedan tomar el tren directamente del vapor, sin que para hacer esto tenga que salvar la distancia que tienen que salvar desde el puerto de desembarque en el muelle de la Galera hasta el muelle de la otra orilla del río de la Miel que es en donde actualmente tienen su parada y salida los trenes de la Compañía de Andaluces".

En el proyecto, su redactor propone que, una vez establecida la vía para viajeros en el muelle de la Galera, y trasladado el atraque de los vapores de Gibraltar al citado muelle, así como el servicio del ferrocarril, se podría suprimir el muelle de Madera, donde, hasta esa fecha, embarcaban y desembarcaban los viajeros de Gibraltar sin contar con las mínimas condiciones de comodidad, por no disponer la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces de local apropiado para efectuar la facturación y los reconocimientos de baúles y equipajes. Otro de los motivos que alega el Ingeniero Director para mejorar el servicio de pasajeros en el muelle de la Galera con la instalación de una segunda vía para viajeros, era que "muy en breve el Puerto de Algeciras tendrá un gran movimiento de viajero y turistas, puesto que la inauguración del ferrocarril Tánger-Fez será un hecho dentro de muy poco tiempo y es necesario que este puerto esté en condiciones de dar al viajero y al turista toda clase de facilidades".

El tendido de la segunda vía destinada en exclusiva a los viajeros, precipitó el necesario acuerdo entre la Junta y la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces para que ésta trasladara en su totalidad los servicios que prestaba en el muelle de Madera a la nueva terminal ferroviaria situada en el muelle de la Galera. En el citado proyecto de ampliación de vías, de 17 de noviembre de 1926, el Ingeniero Director concluye diciendo que "mejor que lo que acabamos de indicar, sería obligar a la Compañía (de los Ferrocarriles Andaluces), en virtud del Artículo 49 de la Ley de Ferrocarriles y Tranvías de 23 de noviembre de 1877, a que siga prestando en el muelle de la Galera y margen izquierda del río de la Miel, el servicio que hoy presta en la margen derecha".

Aunque el ramal de enlace entre la Estación de Algeciras y el Puerto estuvo terminado, con una sola vía, a finales del año 1925, no pudo entrar en funcionamiento por falta de acuerdo entre la Junta y la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces hasta que se firmó el contrato que obligaba a ambas partes, aunque es probable que la línea se utilizara con anterioridad a dicha firma según se desprende de los recogido en el proyecto redactado en noviembre de 1926. Según dicho proyecto, entre el 25 de marzo y el 25 de octubre de 1926, entraron y salieron por el puerto (desde la estación del ferrocarril de la actual Avenida Agustín Bálsamo), movidos por medio de caballerías, noventa y dos vagones-cisterna de la Sociedad Española de Comercio Exterior de la que era representante en Algeciras Pascual Cervera y Jácome, para embarcar/desembarcar un total de 1.186 toneladas de gas-oil.

En el Archivo de la APBA se conserva una copia con fecha de 1926, pero sin día ni mes ni signos de validación, del contrato redactado en Málaga por la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces y la Junta de Obras del Puerto de Algeciras por el que ambas se comprometían a posibilitar el servicio ferroviario entre la Estación de Algeciras y la Estación Marítima según las estipulaciones suscritas, entre ellas que la Compañía del Ferrocarril no percibiría ninguna cantidad por el atraque en el muelle de sus barcos, mientras que ésta tuviera establecido su servicio marítimo con Gibraltar (la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces traspasó los barcos de su servicio marítimo con Gibraltar a la Sociedad Anónima Compañía de Vapores La Punta de Europa el 15 de mayo de 1926); que la expedición de billetes, así como la facturación y entrega de los equipajes, se haría en la Estación Marítima por el personal de la Compañía del Ferrocarril en los locales que gratuitamente le cederá la Junta; que el servicio de mercancías, carruajes, ganados y demás efectos en régimen de pequeña velocidad entre Algeciras-Estación y las vías del puerto se ejecutaría con máquinas y personal propio de la Junta; que la Compañía del Ferrocarril suministrará a la Junta, en las condiciones reglamentarias, los vagones que sean necesarios en la Estación Marítima para remesas destinadas a sus líneas y permitirá que sigan hasta dicha Estación los vagones que conduzcan mercancías para la misma; que las mercancías que se conduzcan entre las dos estaciones lo serán por personal de la Compañía del Ferrocarril, pero que estará en todo momento bajo la exclusiva responsabilidad de la Junta, la cual abonará el importe de los sueldos y demás retribuciones que deba percibir dicho personal; que por el servicio de pequeña velocidad entre Algeciras-Estación y Algeciras-Puerto se cobrarán al público los precios correspondientes a la tarifa general de la línea de Bobadilla a Algeciras. De dichos precios percibirá la Compañía del Ferrocarril la cantidad que por el concepto de peaje establece la citada tarifa general sobre el recorrido desde el punto de enlace con las vías del Puerto hasta la Estación de Algeciras (un kilómetro), quedando a favor de la Junta la parte correspondiente al transporte en dicho kilómetro.

De las bases del contrato se deduce que la Junta era la propietaria del ramal de vías que iba desde la Estación de Algeciras hasta la Estación Marítima. Las locomotoras, aunque el citado contrato preveía que fueran adquiridas por la Junta, lo cierto es que las que estuvieron operativas en el ramal del puerto mientras que la red perteneció a la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces y, después, cuando se creó R.E.N.F.E. en el año 1941, lo fueron por alquiler a las mencionadas compañías. En todo caso era el Ingeniero Director de la Junta de Obras del Puerto el encargado de supervisar las labores desarrolladas en las vías existentes desde la Estación de Algeciras hasta la Estación Marítima, así como de controlar, dirigir y pagar al personal de la Compañía del Ferrocarril que operaba en el citado tramo de vías.

Antonio Torremocha. Doctor en Historia Medieval. Académico de número de la Academia Andaluza. Director del Museo de Algeciras (1995-2007)

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