La Policía Local de Algeciras celebró ayer la festividad de su patrona, Nuestra Señora de Las Lágrimas. La jornada sirvió para que el cuerpo, a traves de sus responsables, recogiera "el orgullo y la gratitud" de la ciudad, un homenaje al trabajo en provecho de la convivencia y de la seguridad que desarrollan los agentes municipales.

La celebración comenzó, como es tradición, con una misa en honor a la Virgen oficiada en la iglesia Nuestra Señora de Europa, el templo de Nuestra Señora de Las Lágrimas. Asistieron al acto religioso varios de los miembros del equipo de gobierno con el alcalde, José Ignacio Landaluce, a la cabeza, así como el superintendente del cuerpo, José Medina, entre otros.

Seguidamente la conmemoración continuó en la jefatura de Los Pinos, donde tuvo lugar la actividad central de la festividad, la entrega de condecoraciones que anualmente acompaña al recuerdo a la patrona. Diferentes autoridades, miembros de los grupos de la corporación y representantes de la Policía Local y otros cuerpos se dieron cita en las instalaciones.

Fueron otorgadas una veintena de distinciones. Los momentos más emotivos se vivieron cuando se entregaron las dos cruces al mérito policial por servicios excepcionales (a Salvador Ortiz y Manuel Caballero) y la cruz al mérito profesional a título póstumo para Francisco Boiso.

En noviembre Salvador Ortiz, estando fuera de servicio, observó un robo y persiguió a los delicuentes. Lamentablemente éstos tenían cómplices, que a su vez marcharon tras el agente. El policía fue asaltado y agredido, con resultado de lesiones físicas graves. Manuel Caballero, por su parte, le salvó la vida a un compañero en febrero tras una rápida actuación que evitó que se asfixiara tras un desafortunado incidente. Este mismo agente, además, también fuera de servicio y de visita en Zahara, no permitió el linchamiento de una persona que había participado en un atropello. Sucedió en 2010.

Francisco Boiso, por su lado, falleció recientemente. Era un agente enormemente querido, preparado y respetado. Sus hijos recogieron la cruz.

Asimismo, se entregaron quince cruces a la constancia, siete de oro (por 35 años de servicio) y ocho de plata (por 25). Las de oro correspondieron al subinspector Luis Miguel López, el oficial Emilio Salguero y a los agentes José Gil, Isabel Blanco, María del Carmen Holgado, María Dolores Madrid y Enrique Villa. Las de plata las lucen desde ayer el oficial José Carlos Galindo y los agentes Álvaro Fernández, Carmelo Vallecillo, Domingo Gutiérrez, Francisco Javier Gutiérrez, Francisco Javier Mendoza, José Luis Escobar y Miguel Ángel Sánchez.

Y además también se concedieron dos cruces al mérito policial por la colaboración de otros cuerpos con el municipal. Recayeron en Francisco Márquez, director de la prisión de Botafuegos, y Marcial Vázquez, coronel de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras. Márquez no pudo acudir al acto, convaleciente de una caída. Vázquez aseguró: "Pondré todo mi empeño en ser digno portador de esta cruz".

El primer edil de la ciudad comenzó su intervención con una sentida interpelación a las familias de los policías locales de Algeciras. "¡Cuánto sufrís por el trabajo que hacen!¡Cuánto os debemos toda la ciudad!", exclamó Landaluce.

"Nos sentimos orgullosos de la Policía Local y estas condecoraciones llevan implícitos este orgullo y la gratitud de la ciudad", agregó el regidor, que exhortó a no conformarse y "seguir dedicando esfuerzos a tener una localidad más segura".

Para el concejal de Seguridad, Jacinto Muñoz, los ayer condecorados representan "espejos" en los que todo el mundo se ve reflejado. "La seguridad es uno de los pilares del equipo de gobierno y seguimos trabajando para mejorar", añadió el edil.

José Medina también tomó la palabra. Resaltó los servicios y herramientas puestas en marcha y no dejó pasar la oportunidad para recordar a los tristemente ausentes.