El pellizco es algo complejo, complicado de explicar, difícil de catalogar y un cautivo de las sensaciones y emociones. Si hablar de la Semana Santa es corazón, pasión, entrega, cariño, fe y orgullo de ciudadano algecireño amante de sus tradiciones, el excelso pregón juvenil de la Semana Santa de Algeciras, interpretado ayerdomingo por el joven cofrade Daniel Gómez Butrón, fue sencillamente cuestión de pellizco.

El acto se celebró en la Iglesia de San Antonio de Padua, sede la Hermandad de la Sagrada Mortaja (corporación que coordina y organiza este anuncio de la ya cada vez más cercana Semana Santa). Tras la eucaristía del mediodía y con un prólogo de sones macarenos y clásicos (Amarguras), a cargo de la Banda Sinfónica Armando Herrero, Laura Gil cumplió con notable esmero el siempre privilegiado honor de presentar al pregonero. Su Hermandad del Nazareno, amistad y conexión con la cofradía del Jueves Santo fueron más que suficiente para dibujar un entrañable perfil de ambos en los primeros compases de la faena.

Turno para Daniel, dispuesto y entregado a su pregón. Una reivindicación constante al papel de la juventud, su importancia en el desarrollo de las diferentes cofradías de la ciudad, así como la oportunidad de cultivar el futuro de esta tradición en Algeciras. Como buen hombre de costal y trabajadera, conocedor del mundo 'de abajo', Daniel hizo su particular 'llamá' a la ciudad de Algeciras, pidiéndole que estuviera puesta y preparada para su gran momento, el centro de todo, le instó a que al toque de martillo se desencadenasen las emociones de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.

Tiempo hubo, y del bueno, para el compás y el gusto por el buen oído en la interpretación del pregón. Con la colaboración de la saetera Naomi Santos, los populares versos de Machado y música de Serrat tomaron forma en un impasse excepcional que selló uno de los momentos estrella de la mañana en San Antonio.

Tas una primera parte más emocional y sentida, Gómez Butrón giró en el tramo final de su texto a unos toques más clásicos con el itinerario perfecto de la Semana Santa de Algeciras por sus devociones cristíferas y marianas. "Relévame costalero que ahí quedó mi vida", decía sobre el Paso de Jesús Nazareno, su gran devoción, a cuya madre, la Virgen de la Amargura, la coronó como "reina de la raza calé". Solemnidad y respeto, "silencio y guarda la cera que el aire clama silencio para seguir al Señor de la Fe…", defendía sobre la madrugada del Jueves Santo. Tampoco faltó el recuerdo para la Sagrada Mortaja y su misticismo cada Viernes Santo, "una imagen tan romántica que te traslada a otro siglo".

Un pregón redondo y coral, con todas las artes puestas sobre la mesa, que abre el ciclo de anuncios de la Semana Santa en Algeciras.