La asociación Antares, ubicada en Castellar, nació en 1994 cuando un grupo de aficionados a la astronomía se unieron para poder disfrutar juntos del cielo y sus misterios y ayudar a todos los campogibraltareños, en especial a los castellorenses, a descubrir las maravillas que el firmamento esconde para todos.

Durante los últimos siete años la asociación, por distintos motivos, ha estado desconectada de toda su actividad. Pero este año, sus socios han decidido reactivarla con un verano cargado de actividades. Con estas iniciativas están intentando que Antares llegue al mismo nivel que tuvo en su primera etapa.

Además, quieren que la asociación vuelva a tener el mismo nivel que tuvo en el primer periodo, cuando algunos miembros asistieron a tres jornadas estatales sobre astronomía en Gijón -donde se encontraron con el astronauta español Pedro Duque-, León y Tenerife y llegaron a ganar un primer premio de astrofotografía.

La mayoría de los socios son sólo aficionados, aunque alguno ha conseguido hacer de su hobby su profesión.

La primera actividad, de la segunda era de Antales, fue todo un fin de semana astronómico el 20 y 21 de junio para celebrar el solsticio de verano. La cita fue en el camping Jarandilla de Castellar, que han colaborado con la agrupación desde sus inicios. Durante este fin de semana, los socios -aproximadamente 30 en la actualidad-, planearon ofrecer cursos de iniciación a la astronomía y salidas nocturnas para observar el cielo, aprender cómo orientarse en él, reconocer las constelaciones más importantes y los planetas visibles en esa época del año.

La siguiente cita fue el 40 aniversario de la llegada del hombre a la luna, el pasado 31 de julio. Durante esa noche se dio una charla sobre la Luna, seguida de una observación lunar pública con telescopio a la que se invitó a participar a todos los interesados. También estarán presentes miembros del colectivo astronómico linense Luz Cero. Tras la charla se indicará a los observadores principiantes dónde se encuentran los accidentes lunares tales como montañas, cráteres o mares, a través de la observación por telescopio.

La próxima cita posiblemente sea la semana próxima con la lluvia de estrellas que cada año podemos observar, también conocida como las lagrimas de San Lorenzo.

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