La diputada por el PSOE en el Congreso y miembro de la Dirección Federal de este partido, Carmen Hermosín puso ayer de manifiesto "el papel clave que el Partido Socialista jugó en la Transición", en ese "modelo propio" en el tránsito entre la dictadura y la democracia. Hermosín fue testigo "de primer orden" de ese periodo de la historia de España entre los años 1970 y 1985, dijo previamente Miguel Astorga, subdirector del Instituto Torre Almirante, en el acto de presentación de la primera conferencia de las II Jornadas sobre Historia Reciente de España.

Izquierda moderada y transición fue el título de la ponencia de Hermosín, quien había entrado en contacto en Sevilla con el PSOE en los años 68 y 69. Como antecedentes, se refirió a los 40 años de dictadura, a los más duros, y también a aquellos años 60 ó 70 en los que había una actividad de oposición el régimen franquista. Mencionó fechas clave como 1973, año del golpe de estado en Chile o en el 74 con la Revolución de los Claveles portuguesa. "Cualquier resquicio se aprovechaba para luchar contra la dictadura", dijo la ponente. Mencionó el liderazgo de Felipe González en un Partido Socialista renovado, "un partido moderno pero que también representaba el partido de la gente que había perdido la guerra". Hermosín destacó que González tuvo muy claro desde el primer momento "que teníamos, entre todos, que aprovechar aquel momento para hacer una sociedad que viviera en convivencia en libertad con los derechos que se nos había robado durante 40 años y que tuviéramos una constitución que sirviera de base para el futuro".

Hermosín insistió en el papel de la izquierda en el proceso que hizo todo esto posible gracias a que todos los partidos políticos renunciaron cada uno a parte de sus reivindicaciones.