Y la fiesta continuó tras el miércoles festivo en Algeciras. El ambiente del jueves tuvo un amargo sabor a viernes una vez pasado el ecuador de la Feria Real, que mañana sábado toca su fin. Era el día elegido por muchos grupos de trabajadores y de amigos para tomar las calles del real. El calor empujaba con fuerza y al mediodía no había un alma que no buscara los pequeños recovecos de sombra que aportaban los árboles o las propias casetas. La mañana despertó entre camiones de Algesa y operarios que remataban el recinto Antonio Quintero para que estuviera listo para el disfrute.

La hora del almuerzo volvió a congregar a cientos de personas en las casetas. La ración de queso, la tortilla de patatas y la ensalada de tomate, entre los platos estrellas para saciar el hambre en plena Feria, ya una vez que llega la noche la sopa de ajo suele estar entre lo más degustado en las casetas tradicionales. Las terrazas eran el mayor reclamo mientras que los ventiladores de algunas casetas giraban sin parar. A las cinco de la tarde un camión de Algesa pasaba por las calles echando agua para refrescar aunque a más de uno no le hiciera tanta gracia mojarse los pies.

La música en directo en las casetas se lleva la palma aglutinando la mayoría del público

La presencia policial volvía a ser un referente de seguridad para los ciudadanos ya que era difícil encontrar una calle en la que no se viera a lo lejos a un agente uniformado. La seguridad y la limpieza está siendo un valor en alza de esta Feria Real.

Como está siendo habitual este año el fuerte calor que acompaña a esta edición está provocando que la hora de llegada de los ciudadanos se retrase un poco más y no sea hasta las siete de la tarde cuando se percibe una mayor afluencia, especialmente de jóvenes. Los matrimonios con hijos buscan el atardecer para recalar en la Feria, tanto para cenar o dar un paseo como para que los más pequeños disfruten de las atracciones infantiles.

La diversión de los más mayores está siendo este año, como viene siendo tendencia en los últimos tiempos, la música en directo. A primera hora de la tarde las calles del real eran un trasiego de músicos, algunos más curtidos que otros en esto del directo pero que sirven para amenizar la fiesta más allá de las canciones comerciales por excelencia. Desde el éxito continuo de más de una década los más mediáticos, los tarifeños Malamanera, no hay caseta que no trate de ofertar en su programa de la Feria Real alguna actuación en directo. La banda linense La Tourné también se ha hecho su huecos y artistas conocidos como David Barrull o Tomasito han dejado su sello artístico en las tablas del real.

La jornada de ayer volvió a tener su punto álgido a última hora de la tarde, en la confluencia entre los que llevaban desde el almuerzo y los que llegaban para cenar. Empezó a refrescar y la suave brisa que corría hizo más agradable la estancia.

Las luces volvieron a despertar el cielo a las 21:30 y el bullicio se concentró en la zona de atracciones y de comida rápida. Las casetas tradicionales volvieron a recuperar la tranquilidad, de hecho muchas aprovecharon esta jornada intermedia de la recta final para celebrar sus cenas de socios cerrados sus puertas a los visitantes.

Los decibelios volvieron a invadir el recinto ferial Antonio Quintero. La jornada de hoy será tomada con ganas por aquellos aficionados al disfrute, además se celebrará la primera corrida de toros en Las Palomas de esta edición de la Feria Real con Enrique Ponce, Miguel Ángel Perera y José Garrido, a las 19:30, y coincidirá con la Noche de San Juan.