La Feria Real 2008, que acaba de concluir, cierra un ciclo. El Ayuntamiento y, en concreto la delegación municipal de Feria y Fiestas, deberá afrontar de cara a los próximos años nuevos retos. Este año, los caseteros ya han tenido que asumir una nueva normativa en materia de seguridad puesta en marcha por la Junta de Andalucía y controlada por la delegación de Protección Ciudadana.

No todos la han recibido de igual manera. Inmaculada Nieto, responsable de Feria y Fiestas, dejó ayer muy claro que "la seguridad no es negociable. Estamos hablando de cumplir una normativa autonómica con la que podemos o no estar de acuerdo pero que está para garantizar que la gente se divierta y no se corran riesgos innecesarios, unos riesgos que pueden quedar perfectamente suprimidos si hacemos las cosas bien. El cumplir o no cumplir la norma no puede entrar en el debate".

Se abre una nueva etapa. Concluye el contrato de montaje de las casetas y se prevén nuevas inversiones en el parque feria que se traducirán en mejoras en la calle Pulseras, habrá un cerramiento del parque y se pretende colocar una portada fija. También concluye el convenio existente con la asociación Farolillo, como interlocutora de los caseteros. "Las nuevas reglas de juego habrá que plantearlas desde la interlocución", pero asumiendo el Ayuntamiento una gran responsabilidad. No se trata de imponer decisiones, "pero sí de aumentar el peso específico del Ayuntamiento". La idea es poder optimizar los espacios del ferial mejorando las instalaciones pero también optimizando los recursos. Debe haber reordenación de casetas, teniendo en cuenta los ambientes, "que no se estorben".

Nieto lo tiene claro: "el Ayuntamiento no puede imponer un modelo de Feria. La Feria ha ido evolucionando conforme al gusto de la gente, ahora sí el Ayuntamiento puede apoyar a un determinado modelo de caseta, más tradicional que sea menos comercial, puede volcar su esfuerzo ahí y luego mantener otro tipo de relaciones con otras casetas que se dedican a otra cosa".

Nieto reconoce las limitaciones del actual recinto, pero su traslado conlleva una reordenación y una inversión de momento impensable. En cualquier caso, está en la mente en un futuro pues el emplazamiento actual representa molestias a los vecinos o problemas de aparcamiento.