Algeciras

Ejemplo de arquitectura industrial

  • Cuando se planteó la posibilidad de recuperar la vieja fábrica de Bandrés, en 1998, la maquinaria se encontraba prácticamente intacta. El conjunto entre jardines consta de varios pabellones e interesantes balaustradas

En el año 1998 el diario Europa Sur informaba de la intención del Ayuntamiento de la ciudad de comprar la antigua fábrica de harinas ubicada en la avenida Agustín Bálsamo. La Corporación debía lograr un acuerdo con la familia Bandrés, propietaria de los terrenos y de las edificaciones, aún hoy totalmente abandonados. Su construcción se sitúa a principios de siglo, hacia 1920, si bien, según se indica en el catálogo municipal sobre edificios de interés arquitectónico se indica que este edificio no aparece en los planos de principios de siglo.

La antigua fábrica de harinas Bandrés y sus jardines, como se denomina el conjunto, viene determinado en el Plan General de Ordenación de Algeciras dentro del apartado de edificios de interés de grado 3, dado que conforma "una imagen tradicional y propia de la ciudad".

La asociación cultural La Trocha, en boca de su presidente, Manuel Correro, lamentó el mal estado en que se encuentran unas instalaciones, totalmente abandonadas, así como que no hubiera seguido adelante el proyecto para su rehabilitación y posterior adecuación como zona museística.

En el año 2000, en la comisión asesora para la conservación del patrimonio histórico de Algeciras se planteó la necesidad de buscar financiación para poder dotar a la ciudad, gracias al buen estado en que se encontraba entonces la maquinaria de la fábrica, de un centro expositivo sobre la industria en el Campo de Gibraltar, todo ello relacionado con las cercanas instalaciones del ferrocarril, según recordó Correro, quien mencionó al historiador y profesor Mario Ocaña, uno de los que más promovió esta idea.

Mario Ocaña mencionó en su momento que el edificio de la fábrica se construyó precisamente en su ubicación dado que las vías del tren las tenía en su misma puerta.

Igualmente, se planteó entonces la posibilidad de establecer en ese marco expositivo una conexión entre lo que fue la fábrica, como elemento singular de la sociedad industrial de Algeciras, y los Molinos del río de la Miel, dedicados a la molienda del grano para convertirlo en harina, como elemento propio de una sociedad preindustrial.

Se desconoce el autor de la construcción, cuya actividad cesó a mediados de los años setenta porque la fábrica dejó de ser rentable. La instalación fabril estaba conformada por varios pabellones aislados con una cubierta a dos aguas. El más importante de todos consta de tres plantas.

Otros pabellones cuentan con una única planta que se encuentran más próximos a la zona de acceso a las instalaciones, en la avenida, que en época de actividad se dedicaban a vivienda así como a oficinas.

En descripción, destaca "una interesante portada, con pavimentos de piedra y arbolado de buen porte con palmeras". En cuanto a detalles decorativos, resaltan las balaustradas del jardín o los huecos del pabellón bajo.

El edificio pertenece a la corriente arquitectónica industrial. El pabellón anterior nos recuerda a la arquitectura colonial que observamos en otros ejemplos construidos en zonas próximas, como por ejemplo el Hotel Cristina. En el catálogo municipal se indica la obligación de su conservación y mantenimiento, estando permitida la "adaptación a un uso adecuado, preferiblemente de equipamiento público", estando prohibida la eliminación de elementos originales no obsoletos, así como la eliminación del arbolado o del pavimento de piedra.

Como dato anecdótico relacionado con la actividad de la fábrica, señalar que en la edición de la mañana del 31 de diciembre de 1932 del diario ABC se publicó una pequeña reseña fechada en Algeciras haciendo referencia a la fábrica de harinas.

En concreto, y bajo el título La cuestión social en Algeciras. Obreros parados, se indica textualmente que "el gremio de transportes ha declarado el boycot a la fábrica de harinas de D. Antonio Bandrés, y en virtud de tal acuerdo ha resuelto no descargar el vapor Roberto un cargamento de harina, negándose también a cargar en el mismo buque 2.000 sacos de afrecho con destino a Barcelona".

1920

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