Algeciras

La Compañía Trasmediterránea en el puerto de Algeciras (II)

  • Historia. La compañía se constituyó en Barcelona en 1916 con un capital social de 100 millones de pesetas, comenzando su actividad en enero de 1917

Cinco buques de la Compañía Valenciana de Vapores de África que frecuentaron el puerto de Algeciras, entre octubre de 1911 y febrero de 1914, aparecen citados en las actas de la Junta haciendo aguada. Fueron el J. B. Llovera, que había sido adquirido en Inglaterra donde cambió varias veces de dueño y de nombre, habiéndose llamado Amy,Louisse y finalmente, hasta 1910, Asteria; el Teodoro Llorente, otro yate también procedente de Inglaterra, que hasta el año 1913 se había llamado Roxana, Maroussia y Zenaida; el Vicente Ferrer, el Vicente la Roda y el Canalejas. El J. B. Llovera era un yate construido en el año 1880 por Cunliffe & Dunplop Ltd de Glasgow con 754 toneladas de registro bruto, 54,44 metros de eslora, 8,55 de manga y un calado de 4,20 metros y el Teodoro Llorente, construido por D. & W. Handerson & Co. Ltd. de Glasgow, con un registro bruto de 907 toneladas, 67,41 metros de eslora total, 8,62 metros de manga y un calado de 3,10 metros.

En 1917, la Compañía mantenía un servicio entre Cádiz, Tánger, Algeciras y Ceuta que tenía el siguiente horario: salidas de Cádiz para Algeciras todos los martes, viernes y sábados a las 7 de la mañana; salidas de Tánger para Algeciras todos los martes, viernes y sábados a las 6 de la tarde, los lunes y jueves, a las 11 de la mañana y los domingos a las 7 de la tarde; salidas de Algeciras para Cádiz (vía Tánger), todos los martes, jueves, viernes y sábados a las 7 de la mañana. Las salidas de Algeciras para Tánger los miércoles y domingos a las 3 de la tarde y las de Tánger para Algeciras los lunes y jueves a las 11 de la mañana enlazaban con el servicio de trenes expresos París-Madrid-Algeciras.

La Compañía Trasmediterránea

La Compañía Trasmediterránea se constituyó en Barcelona el 25 de noviembre de 1916 con un capital social de 100 millones de pesetas, comenzado su actividad el primero de enero de 1917. El aporte financiero y de buques a la recién creada compañía procedía de las navieras Compañía Valenciana de Vapores Correos de África, Sociedad Línea de Vapores Tintoré, Ferrer Peset Hermanos y Sociedad Anónima Navegación e Industria. A lo largo del año 1917 se adquirieron las flotas de las Compañías Marítima de Barcelona y Compañía Anónima de Vapores Vinuesa, y un año después las de Isleña Marítima y Compañía Mahonesa de Vapores.

Por Real Orden de 12 de diciembre de 1917 del Ministerio de Fomento se unieron, a las líneas que poseía Trasmediterránea por subrogación de la Compañía Valenciana de Vapores Correos de África, nuevas líneas que unían Canarias con la Península y que, desde 1910, las tenía adjudicadas la Compañía Navegación e Industria. En 1918, la Compañía contaba con cincuenta y tres unidades, número que se fue incrementando con nuevas aportaciones en los años siguientes.

En lo que se refiere a las líneas del Estrecho, entre los años 1917 y 1930 navegó en sus aguas el General Fernández Silvestre, hasta que entraron en servicio las motonaves Miguel Primo de Rivera y General Sanjurjo, cuando fue vendido a una empresa de San Sebastián que lo mantuvo en activo tres años hasta su desguace en 1933. Entre 1917 y 1926 navegó el J. B. Llovera que, como el General Fernández Silvestre, procedía de la Compañía Valencia de Vapores Correos de África. Estuvo en activo, de manera casi continua, en la línea Algeciras-Ceuta para carga y pasaje hasta el año 1926 en que fue abordado en aguas del Estrecho por el A. Cola y se hundió.

Otro vapor que procedía de la citada Compañía Valenciana era el Teodoro Llorente que estuvo al servicio de la Compañía Trasmediterránea entre los años 1917 y 1927, siendo enviado en 1924 para cubrir la línea Barcelona-Ibiza-Palma de Mallorca y desguazado en 1927 en el puerto de Barcelona. Un vapor que aparece en varias ocasiones en fotografías que se conservan en el Archivo de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, y que estuvo en servicio en las líneas del Estrecho entre 1917 y 1925 fue el Hespérides. Tenía 907 toneladas de registro bruto, 59,46 metros de eslora total, 8,84 metros de manga y 4,10 metros de calado, con una capacidad de 42 pasajeros en primera clase, 24 en segunda y un número indeterminado en tercera. Había sido construido en los astilleros de Wigham Richardson & Co. de Newcastle en 1892 por encargo de la Sociedad Anónima Navegación e Industria, e incorporado a Trasmediterránea en 1916. En enero de 1917 pasó a cubrir las líneas del Estrecho, participando en 1925 en el desembarco de Alhucemas transportando tropas desde Algeciras hasta Wad Lau. Posteriormente, amarrado en Málaga, fue adquirido por Vicente Martí para ser desguazado, siendo trasladado a Mahón donde se desmontó en el año 1931.

Mención aparte merecen los dos buques gemelos, General Primo de Rivera y General Sanjurjo. El Primo de Rivera tenía 1.067 toneladas de registro bruto, 62,01 metros de eslora total, 9,66 metros de manga y 3,50 metros de calado, con una capacidad de 124 pasajeros y el General Sanjurjo tenía 1.054 toneladas de registro bruto, 61,88 metros de eslora, 9,66 de manga y 4,15 de calado, con una capacidad de 135 pasajeros. Desde 1927 y 1928, respectivamente, y hasta 1953 cubrieron las líneas Algeciras-Ceuta y Algeciras-Tánger. El primero de ellos fue construido por la Unión Naval de Levante e incorporado a la flota de Trasmediterránea el 21 de enero de 1927, aunque la botadura se había producido el 28 de julio de 1926, iniciando su singladura entre los puertos de Algeciras y Ceuta.

La otra motonave, General Sanjurjo, también construida por la Unión Naval de Levante, fue botada el día 1º de agosto de 1928. Como le aconteció al General Primo de Rivera, que se llamó desde 1931 Ciudad de Algeciras, con la proclamación de la República le fue cambiado el nombre por el de Ciudad de Ceuta, continuando en su labor de buque correo entre las dos orillas hasta el 18 de julio de 1936.

La crisis económica, con la caída de la actividad de las navieras, y la fuerte competencia del puerto de Gibraltar hicieron que, en el mes de agosto de 1933, el representante del Gobierno en la Compañía Trasmediterránea propusiera a la Junta el poder abaratar las tarifas y que se dieran cuantas facilidades fuesen posibles "para que la corriente de tráfico de viajeros y automóviles de la zona francesa de Marruecos a España no se desviase por Gibraltar, como ha comenzado a suceder, aprovechando la economía y las facilidades de una Compañía de Navegación Inglesa".

Antonio Torremocha. Doctor en Historia Medieval. Académico de número de la Academia Andaluza. Director del Museo de Algeciras (1995-2007)

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