Algeciras

Body Factory sacó mejor puntuación con peores ofertas que otros licitadores

  • La empresa que quedó en segunda posición recurrió, aunque la justicia lo desestimó

El polideportivo Body Factory, situado en El Calvario. ipsum

El polideportivo Body Factory, situado en El Calvario. ipsum / efe

El magistrado de la Audiencia Nacional José de la Mata llama la atención en su auto de procesamiento por supuesto amaño del concurso de adjudicación del polideportivo Body Factory de Algeciras sobre que la empresa ganadora sacó mejor puntuación en varios criterios de concesión en los que presentó peores ofertas que la compañía que quedó segunda. Es una de las patas en las que basa su acusación y por las que pide que se sienten en el banquillo nueve personas por presunto fraude en el proceso de concesión, a cambio del cobro de comisiones.

Los procesados son el exalcalde socialista algecireño Diego Sánchez Rull, tres técnicos municipales, el supuesto intermediario en la recepción de las presuntas mordidas (un exgerente de Emalgesa), dos directivos y un comercial de la empresa Fitonovo (propietaria del 49% de Body Factory) y el administrador de Body Factory en el momento de los hechos investigados, 2010.

Es uno de los indicios en los que se basa el juez para creer que el concurso fue amañado

Al concurso se presentaron tres empresas, Body Factory, Campusport y Supera 2016. La mesa la presidió Sánchez Rull por su condición entonces de delegado municipal de Contratación y Urbanismo.

El juez destaca en su auto la valoración de las propuestas económicas presentadas, así como las relativas al tamaño del gimnasio que construirían, la forma del pago del canon, la duración de la concesión y el precio de los abonos que se cobraría a los usuarios. Para el instructor de la causa en estos criterios los informes favorecieron "claramente a Body Factory".

El magistrado refleja que la oferta económica de Body Factory era menos de 1.000 euros mejor que la de Campusport por la adquisición del suelo (242.880 euros frente a 241.920 euros) y sustancialmente menor en el canon anual (25.000 euros frente a 80.000 euros) y que Body Factory recibió 0,63 puntos y Campusport, 1 punto.

De la Mata añade que la forma de pago del canon estaba valorado en entre 0 y 5 puntos; que Body Factory no sumó nada porque no ofreció ninguna mejora; y que Campusport planteaba el abono de cuatro años por adelantado, pero solo se hizo con 1 punto.

El instructor también resalta el criterio del periodo de concesión al referir que Body Factory proponía lo que disponía el pliego (40 años) y que Campusport lo rebajaba a 36 años. Pese a ello, reseña que Body Factory recibió 0,6 puntos y Campusport, nada.

Sobre las tarifas que se cobrarían a los usuarios -valoradas en entre 0 y 2 puntos-, Body Factory planteó el abono individual a 52 euros y el familiar, a 104 euros. Los que propuso Campusport eran más baratos, 39 euros el individual y 53 euros el familiar. Campusport sumó 2 puntos y Body Factory, 1,75.

De la Mata igualmente alude a un factor que reunía muchos puntos, el del tamaño del gimnasio. "El de Campusport tenía 2.015 metros cuadrados y el de Body Factory, 1.771 metros. Se le dio pese a ello 7,07 puntos a Campusport y 8,21 puntos a Body Factory", manifiesta en el auto.

En todos estos criterios las ofertas de Campusport eran mejores, pero en conjunto sumó menos puntos que Body Factory (11,07 frente a 11,19).

Campusport presentó recurso de reposición contra el acuerdo plenario que adjudicó el contrato a Body Factory, que fue desestimado por el Ayuntamiento. Esta empresa también recurrió la concesión ante el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo, que también desestimó su recurso.

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