Todo presupuesto tiene su reverso, su cara B en la que se recoge negro sobre blanco la gestión económica real de una administración: la liquidación. El documento que verifica cuáles han sido efectivamente los ingresos y gastos de una institución y al mismo tiempo el chivato de la desviación entre lo que se prevé y lo que se ejecuta. En el caso del Ayuntamiento de Algeciras, esa desviación será notable este año, según se recoge en la estimación de la liquidación del presupuesto: la ejecución de los gastos se quedará en un 69,71% de lo previsto, destacando el bajo porcentaje de ejecución de las inversiones, con solo un 4,6%.

Esa es la previsión que se recoge en el proyecto de cuentas para 2018. Según la estimación referida a 31 de diciembre de 2017, el Ayuntamiento preveía gastar 135 millones de euros este año, pero al final solo tendrá obligaciones reconocidas por 94,6 millones, lo que supone ese menos del 70% de ejecución. Y de ellas, solo habrá realizado 58,3 millones de euros de pagos, según la estimación de la Intervención municipal. El porcentaje sería extremadamente bajo en el caso de las inversiones, valoradas en los créditos definitivos en 25 millones de euros, una cifra muy por encima de los 9 millones presupuestados inicialmente, en los que se incluían obras en el barrio de La Caridad, la acera de la Marina o reformas en el Enrique Talavera y el campo de fútbol de Las Palomas. La previsión de la Intervención es que a final de año se haya ejecutado solo un 4,6% de ese importe, 1,15 millones.

Tampoco cuadran las cuentas en el lado de los ingresos. El Consistorio algecireño ha elevado notablemente los 120 millones de euros presupuestados inicialmente para 2017, hasta llegar a 145 millones de ingresos previstos. Pero a final de año, los derechos reconocidos serán de 115 millones (un 79,16%). Y la recaudación líquida, lo realmente ingresado cuando suenen las campanadas, de 86,7 millones. Una ejecución lejana no solo de la previsión de ingresos definitiva, sino también de la inicialmente presupuestada.

Sobre este último aspecto alertaba ayer el grupo municipal socialista. Su portavoz, Fernando Silva, advertía de que los presupuestos "tienen unos ingresos sobredimensionados" año tras año, y para ello "basta con ver la recaudación de los dos últimos años". Las cuentas presentadas por el equipo de gobierno popular prevén unos ingresos de 106,17 millones de euros para 2018, pero la recaudación neta en 2016 fue de 87,8 millones (104 de derechos reconocidos en total) y será de 86,7 millones en 2017, con un presupuesto mucho mayor.

Silva también alertó sobre la elevada deuda del Consistorio, que según los últimos datos disponibles en el Ministerio de Hacienda asciende a 218,5 millones de euros, 181 de ellos de deuda bancaria. Y de la ausencia en el presupuesto de una partida específica para el pago del derribo del parking Escalinata, que el Ayuntamiento tiene que acometer. También tiene que abonar las indemnizaciones a los vecinos del edificio del mismo nombre, aunque el Consistorio asegura que estas serán sufragadas por la aseguradora municipal.

Son ejemplos de un proyecto de presupuestos que "confirma muchos engaños", señaló Silva, quien consideró además que las cuentas presentadas por el PP, que ensalza que son las más bajas en 15 años, muestran que "José Ignacio Landaluce renuncia a dar impulso a la ciudad" y demuestran la "nefasta gestión" popular. "En un contexto nacional de recuperación no tiene sentido que Algeciras haga un presupuesto mínimo", resaltó.

El alcalde ensalzó ayer de nuevo los presupuestos "más austeros", en los que "bajamos presión a los ciudadanos". Landaluce respondió a las críticas socialistas asegurando que "los gobiernos de izquierdas nos arruinan el presente y nos endeudan para el futuro" y "no tenían sensibilidad ninguna con los ciudadanos más necesitados".

"Damos más gestión por menos dinero. Gestionamos mejor, con menos dinero, menos impuestos", resaltó Landaluce, como también "hemos priorizado el gasto social", apostilló.