gabriel redondo. presidente de agro sevilla

"La presión política ante EEUU no es la suficiente"

  • La imposición de aranceles a la aceituna negra está haciendo un grave daño a empresas como ésta, que ya habla de una reestructuración

Gabriel Redondo espera que la aceituna alcance un precio razonable.

Gabriel Redondo espera que la aceituna alcance un precio razonable. / M. G.

Agrupa a once cooperativas con más de 4.000 agricultores asociados; se trata de Agro Sevilla el primer productor y exportador de aceitunas del mundo. Precisamente por eso, atraviesa una delicada situación propiciada por los aranceles que Estados Unidos ha impuesto a la aceituna negra. El presidente de la cooperativa explica en esta entrevista el nudo del conflicto.

-Agro Sevilla es el principal productor y exportador de aceituna de mesa de España, ¿cuál es la clave del éxito?

La campaña ha estado por encima de las expectativasy se ha dejadoel olivo preparado"El precio de salida de nuestra aceituna es muy alto y los aceituneros españoles debemos estar unidos"

-Agro Sevilla nació en 1977, hace cuarenta años, en un momento político y económico muy difícil en España. La visión de sus fundadores y de su primer director general, José Manuel Rodríguez Bordallo, fue la clave que permitió que la aceituna hojiblanca, que entonces no era valorada para mesa, tuviera un valor en los mercados exteriores. En aquellos momentos, el precio del aceite era muy bajo y la exportación como aceituna de mesa era una opción más rentable para las cooperativas. Otra de las claves ha sido el ser pioneros en la aceituna negra, una preparación que en su momento no tenía la importancia que tiene actualmente.

-El sector está sufriendo un ataque sin precedentes por la Administración norteamericana con la imposición de aranceles, ya va el segundo, ¿cómo ve la situación?

-Muy preocupante. Estados Unidos es nuestro principal mercado y la aceituna negra nuestro producto más importante, por lo que nos afecta muchísimo. La imposición de estos aranceles a la aceituna negra española nos pone en una situación de clara desventaja respecto de otros países, principalmente Marruecos, Turquía y Egipto. Esta situación a la que nos enfrentamos puede suponer para Agro Sevilla una caída superior al 20 por ciento, lo que nos obligará a una más que probable reestructuración empresarial, tanto de personal como de inversiones.

-¿Qué daño puede suponer para el sector?

-Esto provocará que España pierda la hegemonía mundial en la aceituna de mesa. Por otra parte, los países terceros que se van a beneficiar de estas medidas, a día de hoy carecen de desarrollo industrial en la aceituna de mesa, van a acometer fuertes procesos de industrialización en poco tiempo para poder suministrar aceituna negra a Estados Unidos, puesto que este país carece de capacidad agrícola e industrial para abastecer su propio mercado.

-¿Cree que las administraciones están haciendo todo lo que pueden en este tema?

-Las administraciones han puesto todo su personal a disposición para solucionar este tema, pero creemos que la presión política no es la suficiente. Este asunto no ha tenido la trascendencia que debería tener, a nivel europeo, puesto que estamos hablando de que se ha atacado la existencia misma de las ayudas comunitarias a la agricultura, ayudas que perciben todos los agricultores europeos, y cuyos productos también podrían verse afectados en un futuro por medidas arancelarias similares a las que nos han impuesto a los aceituneros. Hace falta una mayor presión, tanto del Gobierno de España como de las instituciones comunitarias, para que éste sea un asunto de Estado entre la Unión Europea y Estados Unidos.

-¿Por qué cree que la Administración Trump la ha tomado con la aceituna de mesa? ¿Se extenderán estos aranceles a otras producciones?

-La aceituna de mesa española, por su competitividad y su tecnología ha logrado ponerse por delante de las dos empresas aceituneras que quedan en Estados Unidos, que eran líderes en este mercado hace diez años. Estas empresas han aprovechado la coyuntura política favorable al proteccionismo. Si finalmente este asunto se resolviese a favor de la industria americana, se sentaría un precedente que se podría hacer extensivo a cualquier otro producto agroalimentario europeo.

-¿Cómo ha sido la campaña para las cooperativas de Agro Sevilla, teniendo en cuenta que la climatología ha sido muy desfavorable?

-La campaña ha estado por encima de las expectativas, puesto que el agricultor ha decidido atender el verdeo como una forma agronómica de poder dejar el olivo preparado para la siguiente campaña. También, los altos precios del aceite han incidido en el precio de la aceituna de mesa, cuya subida es más difícil de transmitir al mercado que la del aceite. Las cooperativas de Agro Sevilla han cumplido todos los cupos establecidos.

-¿Cuánto pueden tardar los olivos en recuperarse de tantos años de sequía consecutivos como los que llevamos ahora?

-El olivo se puede recuperar en un par de años. No obstante, hay un tema que nos preocupa mucho a nivel de aceituna de mesa, que son aquellas variedades de olivo que no están teniendo la comercialización y el precio que deberían, lo que pone en peligro su rentabilidad. La aceituna hojiblanca, como tiene esa doble aptitud para mesa y para aceite, está teniendo actualmente unos precios muy similares a los de la manzanilla y por encima de los de la gordal, cuando históricamente esto nunca se había dado.

-¿Cómo está afectando al precio la baja cosecha española en un entorno internacional en el que el resto de los países productores han tenido en su mayoría muy buenas cosechas?

-Para nosotros es preocupante, puesto que el precio de salida de nuestra aceituna, que está muy correlacionado con el del aceite de oliva, es muy alto. Si a esto le sumamos los aranceles de Estados Unidos, está claro que estamos en desventaja competitiva con estos países terceros. Para nosotros es un gran reto poder transmitir al mercado el precio de la aceituna. No obstante, esperamos que nuestros agricultores queden satisfechos con un precio similar al que se puede cobrar por el aceite de oliva.

-En comercialización ¿cómo están los mercados, prevén cambios? ¿Tienen planes de ampliación de su estructura de distribución?

-Ahora mismo, la cuestión de los aranceles de Estados Unidos nos obliga a afrontar un cambio estratégico, puesto que los demás mercados van a verse afectados por una guerra de precios entre los exportadores españoles. Si no conseguimos todos incrementar el consumo mundial de la aceituna, esto repercutirá en una bajada de los precios en origen. Los aceituneros españoles tenemos que estar unidos y no competir en precio con los demás países, sino en preparaciones, en calidad, en medio ambiente y en derechos laborales y sociales.

-¿Tienen aún margen para aumentar su producción y su comercialización?

-Tenemos aún margen para crecer, puesto que nuestros agricultores tienen olivar suficiente. Ahora bien, tenemos que ser comedidos; no se puede producir lo que no se puede vender, o vender a un precio que al agricultor no le salga rentable. Lo fundamental es que las cooperativas estén unidas: plantear alianzas estratégicas con otras cooperativas para poder concentrar la oferta, optimizar la producción y llegar a los mercados en la mejor posición.

-¿Qué aporta Agro Sevilla como cooperativa de segundo grado a sus asociados?

-Agro Sevilla aporta a sus asociados la certeza de que su producto va a ser comercializado con el máximo valor añadido. Si no existiese Agro Sevilla, las cooperativas de primer grado estarían a la merced de los industriales, por lo que la aceituna de las cooperativas podría sufrir a una variación en el precio. Por otro lado, nuestra empresa tiene una gran repercusión económica y social en toda la zona: una industria con más de 400 trabajadores crea un marco industrial en un entorno rural y repercute en la riqueza de la zona.

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